El retorno a la normalidad trae de nuevo el riesgo sanitario mientras que cientas de personas abarrotan los establecimientos comerciales que están reabriendo este fin de semana en California, coincidiendo con la celebración del Día de las Madres.
Sin embargo, en muchos casos el público no acató las órdenes de la distancia social.
Miles de personas llenaron desde el viernes el barrio de las flores en busca de regalos para las madres, aprovechando que los pequeños negocios abrieron después de varias semanas cerradas por causa del coronavirus.
Este sábado las aglomeraciones de clientes, y muchos de ellos sin cubrebocas, se vieron en gran parte del sur de Los Ángeles, como si la gente no tuviera miedo de contagiarse.
"Tengo miedo pero es algo natural. Yo digo que si algo pasa, me pasa. Prevenirlo si puedo, pero guardando mi distancia y con la máscara yo creo que con eso se puede parar algo”, dijo Lili Navarro, quien estaba comprando flores.
Y aunque no todo ha sido color de rosa, para muchos el hecho de poder abrir ya es ganancia.
"Duramos casi dos meses acatando las órdenes del alcalde y del gobernador, y la experiencia es que la gente está respondiendo a un 50 por ciento”, dijo José Montañez, dueño de un negocio.
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Montañez entiende que el bolsillo de su clientela está golpeado, por eso sin poner un rótulo tiene una gran oferta.
"Darles más barato ahorita a la gente porque también la gente está igual que yo, gastada, sin dinero. Entonces ahorita llegan los clientes y me dicen, ‘Te doy tanto’, y les digo ‘Sí, llévatelo’. Oséa no hay problema, así al rato nos recuperamos”, dijo.
Empresarios como él en todo el estado esperan que las cosas comienzen a normalizarse.
Se han reabierto muchos pequeños negocios pero hay muchas restricciones y las autoridades están pendientes que se cumplan al pie de la letra.
