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CNBC: trabaja 10 horas semanales en un Airbnb en Hawaii y ahora gana $28,000 al año

Una joven invirtió $8,000 en una tienda de campaña para alquilar en Airbnb cerca de un volcán en Hawaii y ahora tiene la libertad financiera que siempre quiso.

Kehau Hall/CNBC

Cuando Kehau Hall instaló su tienda "glamping" de Airbnb en 2014, no lo pensó dos veces y no la detuvo el hecho de estar a unos 10 minutos de los volcanes. Está acostumbrada a su imprevisibilidad, ya que vive en Hawaii desde los 2 años, y dice que no se siente amenazada por ellos.

“Hace años, desde la casa de mi madre, pude ver uno de los volcanes en erupción”, dijo Hall, de 28 años, a CNBC Make It. “Desde su porche trasero, se podía ver la lava brillando durante la noche. Es algo a lo que te acostumbras”, narró.

Al igual que la casa de su madre, la tienda "glamping" de Hall se encuentra en el vecindario Glenwood de Mountain View, Hawaii, a unas 12 millas del corazón del Parque Nacional de los Volcanes de ese estado, que tiene dos volcanes activos.

Su inspiración para crear un sitio de Airbnb fue simple, dice: vio una foto de una carpa "glamping" en una revista y pensó que sería una forma única para que los habitantes del continente experimenten Hawaii.

Gastó menos de $300 en la carpa y aproximadamente $8,000 en servicios como una cocina, una ducha al aire libre y un colchón tamaño "king". Ahora, la propiedad, que según Hall requiere entre 10 y 15 horas de trabajo por semana, le reporta $28,000 al año en ingresos, según documentos revisados ​​por CNBC Make It.

Esas ganancias representan una parte de una industria turística altamente competitiva: en 2019, el gasto de los visitantes en todas las islas de Hawaii acumuló $17.75 mil millones, según la Autoridad de Turismo de Hawaii. La isla principal, donde se encuentra la carpa de Hall, recaudó en promedio $22.4 millones diarios.

La carpa de Hall, en comparación, es modesta: cuesta a los visitantes alrededor de $70 por noche. Pero para ella, representa la independencia, y el dinero que gana la ayuda a pasar más tiempo viajando.

TENER OJO DE INVERSIONISTA

Hall, cuyo padre es hawaiano, creció en la propiedad: los 90 acres de tierra, que se han transmitido a su familia durante generaciones, albergan un puñado de hogares familiares, así como cerdos salvajes, vacas y pollos. Hall dice que instaló parcialmente su tienda de campaña para compartir la belleza natural de la propiedad de manera más amplia.

“Quería usar la tierra para el bien, donde otras personas pudieran venir y beneficiarse de ella y realmente sumergirse en la naturaleza”, dice Hall.

“Hoy en día, todo el mundo está trabajando. Todo el mundo está conectado a la electrónica. Es importante desconectarse y relajarse del mundo virtual por un momento”, expresó.

Expertos aconsejan cómo invertir en la seguridad de su propiedad a la hora de que ocurran imprevistos o accidentes.

Ella también tenía experiencia en la industria. En la escuela secundaria, Hall ayudó en hostales locales, que también usaban Airbnb, y trabajó con un agente inmobiliario para administrar propiedades de alquiler locales. Durante cuatro años, también trabajó para el parque nacional cercano.

A los 20 años, decidió apoyarse en su instinto empresarial y listó su tienda "glamping" en Airbnb. Ella dice que tomó cerca de seis meses y cinco críticas positivas para que la carpa ganara terreno.

CRECIMIENTO GRADUAL EN AIRBNB

Desde entonces, las reservas de "glamping" se han mantenido bastante constantes: Hall dice que tiene un promedio de tres reservas por semana, y el huésped promedio se queda de dos a cuatro noches.

Antes de que llegara el COVID-19, dice Hall, el trabajo se sentía como un sueño hawaiano. Trabajó de 10 a 15 horas por semana administrando las reservas y limpiando la propiedad ella misma después de cada estadía.

Pasó 15 horas adicionales por semana ayudando a administrar las estadías de otros huéspedes en casas en la gran propiedad de su familia, lo que le reportó otros $20,000 por año.

Luego, en marzo de 2020, Hawaii emitió una cuarentena obligatoria de 14 días para los viajeros a fin de evitar la propagación del coronavirus.

El turismo, la "fuente individual más grande de capital privado" del estado, según la Autoridad de Turismo de Hawaii, se desplomó de inmediato. Entre el primer y segundo trimestre de 2020, la tasa de desempleo del estado saltó del 2% al 20.1%, según el Departamento de Negocios, Desarrollo Económico y Turismo de Hawaii.

Hall sufrió los efectos: no recibió reservas durante unos seis meses, durante los cuales a los viajeros del continente no se les permitió visitar Hawaii sin cumplir con una cuarentena de 14 días.

Se las arregló con sus ahorros y comenzó a limpiar casas personales para ganar dinero. Durante esos seis meses, dice, perdió la mayoría de sus fuentes de ingresos disponibles y apenas salió de su casa, solo para trabajar o comprar comestibles.

RECUPERACIÓN DEL NEGOCIO TRAS EL COVID-19

El negocio en el sitio de "glamping" de Hall se recuperó a principios de 2021: los huéspedes reservaron estadías de un mes con opciones ampliadas para el trabajo remoto.

Con un flujo de caja más consistente, Hall dice que ahora reserva cuatro semanas al año para viajar al continente o al extranjero.

“Siempre quise poder entrar y salir cuando quisiera, así que administrar esta carpa de 'glamping' ha sido de gran ayuda para lograrlo”, dice Hall.

Hall dice que quiere abrir tres tiendas de campaña más en Hawaii durante los próximos dos o tres años. Airbnb actualmente cobra a la mayoría de sus anfitriones un 3% fijo y cobra a los huéspedes una tarifa de servicio del 14%.

Hall dice que la exposición, el servicio al cliente receptivo y las interfaces fáciles de usar hacen que valga la pena el precio: su tienda de campaña también está publicada en GlampingHub, que cobra a los anfitriones un 1% más que Airbnb y solo genera un par de reservas por mes para Hall, lo que lleva a solo unos pocos miles de dólares cada año.

El principal obstáculo que enfrenta Hall ahora es la competencia. La industria del turismo de Hawaii puede ser feroz, y cuando las personas ven una buena idea, a menudo dan pasos para copiarla o superarla. Hall dice que está lista para el desafío y que no tiene planes de expandir su hospitalidad al continente.

“Hay tanto Aloha aquí, que es como el amor”, dice ella. “Hay tanta gente cariñosa y agradable. Me gusta estar relajada, a la hora de Hawaii”, indica.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés por Megan Sauer, para nuestra cadena hermana CNBC.com. Para más de CNBC entra aquí

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