WASHINGTON - En la víspera de su toma de posesión, el presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris rindieron este martes honor a las 400,000 personas que murieron a causa del COVID-19 en Estados Unidos.
El evento se llevó a cabo al atardecer en el monumento a Lincoln, un día antes de que ambos mandatarios sean juramentados a sus cargos el miércoles en el frente del Capitolio de Washington DC.
"Para sanar tenemos que recordar, y es difícil a veces recordar, pero así es como sanamos. Es importante hacer eso como país", dijo Biden.
A continuación, el presidente electo pidió "hacer brillar la luz sobre la oscuridad", y acto seguido se iluminó el contorno del estanque reflectante situado frente al monumento a Lincoln.
Biden, Harris y sus respectivas parejas guardaron silencio ante el estanque, iluminado con 400 luces que representaban las vidas perdidas debido a la enfermedad, mientras sonaba la canción "Hallelujah", de Leonard Cohen.
Poco antes, Harris describió a Estados Unidos como "una nación de luto", pero confió en que el país pueda emerger de la pandemia con una "nueva sabiduría", que permita "apreciar los momentos simples, imaginar nuevas posibilidades y abrir los corazones".
"Esta noche nos unimos y empezamos a sanar juntos", dijo la vicepresidenta electa.
Cientos de ciudades, pueblos y tribus del país se apuntaron al tributo a las víctimas e iluminaron a la misma hora sus monumentos más icónicos, como el Empire State en Nueva York o el Space Needle en Seattle, además de hacer sonar las campanas de sus iglesias.
La pandemia de coronavirus y la distribución de vacunas será el reto más grande del nuevo gobierno. La madrugada del martes, Estados Unidos sobrepasó las 400,000 muertes por COVID-19, mientras que se reportaba un total de más de 24 millones de casos, según datos de NBC News.
En promedio, durante las últimas dos semanas 3,286 personas han muertos cada día debido a complicaciones relacionadas al COVID-19.