Maritza Flores decidió alquilar un auto para trabajar como chofer de Uber. Pero la experiencia le dejó más problemas que ganancias.
Todo comenzó en enero, cuando fue a la empresa Hertz a rentar el vehículo. Casi de inmediato, le falló la batería.
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“El primer día, el primer viaje que estaba haciendo en Uber, el carro me dejó completamente en la calle”, recuerda Flores.
Al día siguiente, cuenta Flores, tuvo que llevarlo a reparar a Pep Boys, taller que ofrece servicio a los vehículos de Hertz. Sin embargo, continuaron los problemas.
“Los frenos. ¡No tenía frenos!. [Había] muchas complicaciones y al final, decidí cambiar el carro”, dice Flores.
Pensó que con eso eso solucionaba los problemas pero se equivocó.
Responde
“¡Cambie de carro y el otro [fue] igual!”, recuerda.
Tuvo que llevarlo a que le hicieran un cambio de aceite. Y aunque reconoce que el servicio lo pagó Hertz. no obtuvo el crédito por el día perdido.
“A mi me tocaba salir hasta las 7 de la noche, desde las 9 de la mañana”, cuenta Flores. [Trabajar desde las] 4, 5 de la tarde, era prácticamente perder el día de trabajo”.
Con el tercer vehículo que le dieron, asegura que se le encendía la luz que indica problemas en el motor.
“Era un beep que no se soportaba y los clientes se asustaban”, dice Flores.
Flores asegura que, aunque le cambiaban el carro por otro, en la agencia nunca le quisieron acreditar el día, sino que lo pagaba doble.
“Yo les dije que estaba cansada de estar llevando carros a mantenimiento porque eso era responsabilidad de la compañía”, señala Flores.
Telemundo 52 Responde solicitó a Hertz evaluar el caso de Flores.
“Nuestro programa de viaje compartido permite que los vehículos se alquilan por períodos prolongados y nos esforzamos por ayudar a nuestros clientes a mantenerse en la carretera durante sus alquileres realizando un mantenimiento preventivo y de rutina en todos nuestros vehículos”, respondió Hertz en un comunicado.
“En caso de que sea necesario completar el mantenimiento de un vehículo durante un período de tiempo prolongado, proporcionamos al cliente un vehículo de reemplazo para que pueda permanecer en la carretera”.
En base a la experiencia que vivió Maritza Flores, le informaron que harían una excepción y le brindarían un reembolso parcial de $215, equivalente a 4 días de renta.
Aunque no quedó muy satisfecha con la resolución, la animó para aconsejar a otras personas que no duden en reportarlo si llegaran a enfrentar un caso parecido.
“Porque, entre más personas lo hagamos, van a dar mejor servicio”, aconseja Flores.
Finalmente, decidió comprar un vehículo para seguir trabajando como chofer de Uber. Asegura que, económicamente, la inversión resultó ser una mejor opción para ella.
