La directora de salud pública del condado de Los Ángeles dijo el miércoles que se solidariza con la gente cansada de los llamados al uso de mascarillas y la precaución contra la propagación de COVID-19, pero con el aumento de casos y nuevas variantes emergiendo, dijo que sería un "error" abandonar todas las precauciones.
“Sé que casi todo el mundo está cansado de la pandemia, cansado de usar el cubrebocas y exhausto tratando de lidiar con la incertidumbre y la siempre-orientación cambiante", dijo Bárbara Ferrer a los periodistas durante una sesión informativa en línea el miércoles. “Es muy tentador minimizar el impacto del virus para apoyar a nuestro deseo de volver a nuestras vidas previas a la pandemia”.
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“Desafortunadamente, creo que sería un error que lo haría más difícil para nosotros adoptar estrategias que extiendan las protecciones mientras minimizan interrupciones. Sigue habiendo pasos sensatos que podemos tomar para reducir el riesgo y prevenir enfermedades graves y la muerte de los más vulnerables”, agregó.
Instó nuevamente a los residentes a usar los tapabocas cuando se encuentren en entornos concurridos, incluso si no están obligados. También presionó nuevamente para que las personas se vacunaran y reciban las vacunas de refuerzo, y quedarse en casa si se sienten enfermos.
Ferrer reportó este miércoles otros 2.484 casos de COVID-19, reiterando que el promedio diario de nuevas infecciones en el condado ha aumentado en 200% durante el último mes.
El aumento aún no se ha traducido en incrementos de hospitalizaciones y muertes, según cifras estatales, hubo 248 pacientes con casos positivos de COVID-19 en hospitales del condado a partir del miércoles, un poco más que los 236 del martes.
De esos pacientes, 27 estaban siendo tratados en cuidados intensivos, frente a los 22 diarios más temprano.
Ferrer reportó cinco muertes más por COVID-19 el miércoles.
A partir del miércoles, la tasa diaria promedio de personas que dieron positivo por el virus fue del 2.2%, ligeramente superior a los días anteriores, pero aún bajo en general.
La tasa diaria promedio de siete días de casos nuevos en el condado fue de 21 por 100,000 residentes, frente al 17 por 100.000 de hace una semana.
Señaló que la variante BA.2 de COVID-19 y sus derivados ahora representan el 96% de todas las infecciones locales de COVID que se sometieron a pruebas especiales para identificar variantes. BA.2 es una subvariante de la cepa Ómicron del virus que provocó un fuerte aumento de casos durante los meses de invierno. El condado, sin embargo, ya está viendo un número creciente de casos identificados como BA.2.12.1, que es una rama de la BA.2. Esa rama ahora representa el 8% de los casos probados en el condado, dijo.
El condado también está monitoreando el progreso de dos variantes más culpadas para aumentar los números de casos en Sudáfrica -- BA.4 y BA.5. Ferrer dijo solo se ha detectado un caso de BA.4 en el condado y no se han detectado cepas de BA.5 identificado.
Ferrer ofreció un recordatorio de que si bien los mandatos de máscaras para interiores han sido levantados en la mayoría de los entornos, todavía se requieren las mascarillas en las instalaciones de atención médica, refugios para personas sin hogar, centros de enfermería especializada, a bordo de vehículos de tránsito, y en centros de transporte como aeropuertos.
Admitió que la aplicación de la regla de enmascaramiento en los aeropuertos es un desafío, aunque señaló que los inspectores que visitaron recientemente El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles encontraron que la mayoría de los empleados se estaban adhiriendo a la regla.
“Creo que es más difícil para los pasajeros que desembarcan entender las reglas en el condado de Los Ángeles”, dijo. “Tengo mucha confianza que mientras los mensajes continúen, las personas se sentirán más cómodas con el hecho de que necesitan ponerse los cubrebocas una vez que ingresan a las áreas terminales”.
