El condado de Los Ángeles reportó otras 34 muertes por casos de COVID-19 este jueves, junto con 864 casos nuevos, al tiempo que instó nuevamente a las personas a continuar tomando precauciones contra la propagación del virus.
“Aunque hemos hecho la transición a un período posterior a la oleada, todavía hay una transmisión sustancial del virus en todo el condado”, dijo la directora de salud pública del condado, Barbara Ferrer, en un comunicado.
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"Si bien muchas personas pueden tener solo síntomas leves y pueden recuperarse en casa si dan positivo, otras personas siguen teniendo un riesgo elevado de infección grave, hospitalización o muerte".
Las 34 muertes reportadas el miércoles elevaron el total del condado durante toda la pandemia a 31,372. Los nuevos casos le dieron al condado un total acumulado de 2,815,379.
La tasa diaria promedio móvil de personas que dieron positivo con el virus fue del 0,7% hasta el miércoles, manteniéndose estable durante la última semana.
Según cifras estatales, hubo un total de 499 casos positivos a COVID-19 en pacientes en hospitales del condado a partir del miércoles, por debajo de los 501 informados el martes.
De esos pacientes, 90 estaban siendo tratados en unidades de cuidados intensivos, uno menos que el día anterior.
TRATAMIENTOS ACCESIBLES CONTRA EL COVID-19
Los funcionarios de salud del condado dijeron nuevamente que están trabajando para aumentar el número de proveedores que pueden ofrecer a los residentes acceso a terapias anti-COVID.
Según el Departamento de Salud Pública, los medicamentos orales son Paxlovid y Molnupiravir recetados que deben tomarse dentro de los cinco días posteriores al desarrollo de los síntomas de COVID-19.
Paxlovid está disponible para cualquier persona mayor de 12 años que pese más de 88 libras. Molnupiravir está disponible para cualquier persona mayor de 18 años.
Un tercer medicamento, Evulsheld, se administra a través de una inyección y está disponible para personas mayores de 12 años que no han estado expuestas al virus y no pueden vacunarse contra el COVID-19 por razones médicas.
"Salud Pública agradece a nuestros socios que están trabajando para brindar acceso a terapias a aquellas personas de alto riesgo que son más vulnerables a enfermarse gravemente", dijo Ferrer.
Mientras tanto, las conversaciones laborales continuaron el miércoles entre el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y su sindicato de maestros, United Teachers Los Angeles, en un esfuerzo por determinar si el distrito levantará su mandato de uso de tapabocas en sitios cerrados.
El estado y el condado han levantado el requisito de uso de mascarillas, pero LAUSD permanece vigente según los términos de su contrato con UTLA.
El superintendente Alberto Carvalho ha indicado que está dispuesto a levantar el requisito, pero no se puede hacer sin que la UTLA esté de acuerdo con el movimiento.
El acuerdo laboral actual del distrito con el sindicato, que incluye el requisito de uso de cubrebocas como medida de seguridad, está programado para permanecer vigente hasta el final del semestre actual.
Un grupo de padres se reunió frente a la sede de UTLA el martes llamando por el fin del mandato.
“En mi opinión, es abuso infantil y va a causar un trauma para
el resto de sus vidas'', dijo la madre Anna González a un medio local.
El padre Robbie King le dijo a la estación que mantener un mandato de tapabocas va en contra de las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.
"Es simplemente inaceptable. Estoy tan cansado de este sindicato negociando cosas en las que realmente no tienen por qué estar”, dijo King a medios locales.
UTLA emitió una declaración el mes pasado apoyando el uso de tapabocas en las escuelas.
“Las escuelas del LAUSD han sido las más seguras y mejor equipadas del país porque los educadores y las familias se unieron para exigir protocolos críticos de salud y seguridad'', según el sindicato.
“Estos protocolos, como el uso de cubrebocas en interiores, han protegido a decenas de miles de educadores y más de medio millón de estudiantes, junto con sus familias. Es prematuro discutir la eliminación de estas medidas de salud y seguridad mientras todavía hay muchos jóvenes sin vacunar en nuestros programas y escuelas de educación temprana”.
