Algunos tipos de armas con las que se cometen delitos son imposibles de rastrear ya que no cuentan con un número de serie y pueden construirse fácilmente en casa.
Son las armas denominadas “pistolas fantasmas” que, de acuerdo con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), caen diariamente en las manos de criminales de todo el sur de California.
Para adquirir estas armas no es necesario someterse a una revisión de antecedentes. Las personas adquieren los componentes a través del internet y, al ensamblarlas, se convierten en instrumentos realmente mortales.
“Cerca del 40% de las armas de fuego confiscadas en el año 2019 eran “pistolas fantasmas”, señala Stephen Galloway, agente especial a cargo de la oficina del ATF en Los Ángeles.
Armas fantasmas
Galloway señala que sus agentes decomisaban principalmente rifles de alto calibre. Sin embargo, la nueva tendencia son pistolas semi automáticas conocidas como “Glock”. Estas armas pueden convertirse fácilmente en ametralladoras, con un receptor muy fácil de instalar.
“Con apretar el gatillo una sola vez, dispara 10, 15 o 20 balas”, destaca Galloway.
De acuerdo con las autoridades, una de cada tres armas confiscadas en el área de Los Ángeles es construidas en casa. Mucha de esas armas, resaltan las autoridades, son vendidas por pandilleros.
El atacante en la Preparatoria Saugus, en Santa Clarita, utilizó un arma de ese tipo para matar a dos estudiantes, herir a tres más y luego quitarse la vida. En 2013, el pistolero que llevó a cabo un ataque en el Santa Mónica College utilizó una de estas armas que quitó la vida a cinco personas, antes de morir abatido por las autoridades.
Expertos afirman que rastrear las “armas fantasmas” es difícil ya que la ley de California solo regula el armamento ensamblado. Quienes ensamblan armas en casa deben registrarlas con el Departamento de Justicia.
