La cantidad promedio de nuevas infecciones diarias de COVID-19 en el condado de Los Ángeles aumentó aproximadamente un 200% durante el último mes, pero aunque el aumento no se tradujo en incrementos en las hospitalizaciones locales o muertes, la directora de Salud Pública advirtió que la rápida propagación del virus está causando la aparición más rápida de variantes nuevas y potencialmente más peligrosas.
Hablando a la Junta de Supervisores, la directora de Salud Pública del condado, Bárbara Ferrer, dijo este martes que la aparición de variantes es cada vez más frecuente, y se detectan nuevas mutaciones de COVID-19 en todo el mundo.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
"A las pocas semanas de dominar una variante, hay informes de otras partes del país o del mundo de otros subtipos o diferentes cepas", dijo Ferrer.
La funcionaria de salud agregó: “Y esto ha sido especialmente cierto con Ómicron. Entonces sí, aquí en Estados Unidos hemos comenzado a ver la proliferación de la variante BA.2.12.1 (de Ómicron). Pero en Suráfrica, están viendo un gran aumento en los casos que ahora también está dando como resultado un aumento en las hospitalizaciones con un virus mutado muy diferente que ha sido etiquetado como BA.4 y BA.5”.
“Y de nuevo, algunas de estas variantes, se han movido de otros países a todo el mundo'', dijo.
“Entonces, cuando la gente pregunta por qué Salud Pública se mantiene cautelosa, es porque cada vez que hay una nueva variante que es más infecciosa, o potencialmente más infecciosa hay que tener mucho cuidado con las personas más vulnerables en nuestras comunidades; y en el condado de L.A. son millones de personas”.
Señaló que cada nueva variante detectada en las últimas semanas ha tendido a ser más infecciosa que la anterior. Y en el caso de que se encuentren las variantes en Suráfrica, las personas que se infectaron previamente con la variante Ómicron se vuelven a infectar, lo que significa que las nuevas cepas del virus están evadiendo esa inmunidad natural.
Ferrer instó nuevamente a los residentes a vacunarse o recibir un refuerzo, señalando que si bien las hospitalizaciones y las muertes relacionadas con el virus siguen siendo bajas, la situación puede cambiar.
“Estamos en un lugar mejor, así que podemos mantener la esperanza'', dijo. “Pero no debemos perder toda nuestra cautela”.
La supervisora Sheila Kuehl dijo que eso debería ser particularmente cierto para las personas que visitan tiendas minoristas o restaurantes, enfatizando la necesidad de proteger a los trabajadores, incluso si ya no se requieren tapabocas en dichos entornos interiores.
“La idea es que no solo nos estamos protegiendo a nosotros mismos, estamos realmente protegiendo a esa persona en la caja que está en contacto con 500 personas al día”, dijo.
El condado reportó otros 1,888 nuevos casos de COVID-19 el martes, elevando el total general de la pandemia a 2,879,817. Ferrer señaló que el condado ha tenido un promedio de más de 2,000 casos por día durante los últimos siete días, un aumento de aproximadamente el 200% desde fines de marzo.
El condado también reportó siete muertes más relacionadas con el virus, levantando el número total de muertes durante toda la pandemia a 31,977.
Según cifras estatales, había 236 pacientes con COVID-19 positivo en los hospitales del condado hasta el martes, frente a los 225 del lunes. De esos pacientes, 22 estaban siendo tratados en cuidados intensivos, frente a los 22 del día anterior.
La tasa diaria promedio de personas que dan positivo por el virus en el condado fue del 1,9% a partir del martes, más o menos lo mismo que durante la última semana.
