Después de que una gran tormenta invernal arrasara la región del sur de California con fuertes lluvias y varias pulgadas de nieve, otra ya está en camino.
Esta próxima tormenta no será tan severa como la anterior, pero aún traerá algunas lluvias dispersas y nieve fresca.
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“[Se esperan] bajas temperaturas durante toda la semana, precipitaciones hasta el miércoles, por momentos, no será una lluvia generalizada en el sur de California”, dijo Marcos Mora, presentador del tiempo para Telemundo 52.
Se espera que la próxima tormenta traiga algunas lluvias el lunes por la mañana en dioversas áreas de Los Ángeles, que solo duren unas pocas horas. Más adelante, se espera que regrese otra ronda de lluvia en la noche. Ese mismo patrón continuará hasta el martes.
Se espera que esta ronda de tiempo húmedo traiga alrededor de 0.5 a 1 pulgada de lluvia a la costa y los valles, y de 1 a 2 pulgadas a las montañas y colinas.
La tormenta permanecerá hasta el miércoles y desaparecerá antes del fin de semana. Los niveles de nieve no descenderán tanto como la tormenta que azotó el sur de California el viernes y el fin de semana pasado.
"Caerá nieve en las montañas, quizas hasta 1 pie, en las montañas del condado de San Bernardino. A partir del jueves, [veremos] condiciones secas, finalmente, acá en nuestra zona”, dijo Mora.
En los últimos días, algunas áreas montañosas recibieron más de siete pies de nieve y las áreas de menor elevación vieron cerca de 11 pulgadas de lluvia.
Algunas áreas también recibieron granizo en Los Ángeles, cerca del letrero de Hollywood, Carson y Santa Mónica.
Cientos de residentes sufrieron cortes de energía causados por las ráfagas de viento, las líneas eléctricas caídas y también los árboles caídos.
Para el domingo, a las 10:45 p.m., el LADWP anunció que 38,500 de sus 1,5 millones de clientes de energía eléctrica seguían sin electricidad. Desde el comienzo de la tormenta el viernes, las cuadrillas han restablecido la energía a 127,000 clientes.
Caltrans emitió varios cierres relacionados con el tiempo invernal ya que las condiciones de manejo se volvieron peligrosas debido a las inundaciones y el hielo.
La Autopista 5 estuvo cerrada el sábado en la zona de Grapevine. A partir del domingo por la tarde se reabrió y las unidades de CHP comenzaron a escoltar a los vehículos.
