Una familia de South Gate comparte que perdió a tres seres queridos por COVID-19 en un mes y compartió su historia como una súplica para que todos se queden en casa y salven vidas.
Los seres queridos dicen que los tres patriarcas de la familia Carrillo siempre estuvieron uno al lado del otro. Papá Damián, su hermano Juan y el hijo de Damián, José.
Los tres llenaron el corazón de Ana Carrillo y ahora han dejado su corazón roto.
"Perder primero a mi tío, luego a mi papá, y el sábado, este fin de semana, perder a mi hermano mayor", dijo Ana Carrillo.
Ella dice que los tres perdieron su pelea contra el COVID-19. Su padre y su tío murieron con solo tres días de diferencia.
"Estaban destinados a estar juntos, así que celebramos juntos sus funerales el mismo día", dijo Ana, la hija de Damián Carrillo.
Ana habló desde su casa de Downey, donde dice que ahora está aislada. Ella nos dice que su hijo, yerno e hija han dado positivo por COVID-19.
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"Solo esperamos que la gente se dé cuenta de que se trata de una pandemia real", dijo Ana Carrillo.
El costo emocional del coronavirus ha aplastado a tantas familias. El costo físico se puede ver fuera de los hospitales del sur de California, donde las tiendas de campaña y las morgues móviles están en espera, mientras que las UCI están llenas más allá de su capacidad.
"Estoy luchando, no voy a mentir", admitió Tracy Pope, enfermera de cuidados intensivos del Hospital de Salud PIH en Whittier.
Dado que los seres queridos no pueden visitar debido a que el COVID-19 es un virus especialmente infeccioso, Pope es a menudo la última persona que ven los pacientes moribundos.
"Que no pueden estar allí, que no pueden tocar a estos miembros de la familia y que el final de la vida es un momento especial", dijo Pope. "Creo que muchos de nosotros nos sentimos honrados y privilegiados".
Enfermeras como Pope dicen que hacen todo lo posible para ayudar a las familias a despedirse a través de Zoom. Una de las personas a las que Pope ayudó a despedirse de su ser querido fue Ana Carrillo.
"Tracy, que era la enfermera, tomó su mano y acarició su frente por nosotros. Y los dos gritamos y lloramos", explicó Carrillo.
"No puedo ni imaginarme por lo que están pasando y ni siquiera poder estar aquí, y simplemente poner tanta confianza en nosotros", destacó Pope.
La semana de Navidad, con una familia sufriendo una gran pérdida y las enfermeras que intentaron salvarlos, ofrecieron una súplica.
"Se te rompe el corazón cuando ves morir a tus seres queridos a través de una cámara", dijo Ana Carrillo. "Por favor, quédense en casa y salven su vida".
La familia Carrillo ha creado un GoFundMe para ayudar durante este momento difícil.
