Los trabajadores de costura se reunieron en el parque MacArthur el jueves por la noche en honor a colegas que han fallecido por COVID-19, y piden mejores condiciones sanitarias en sus lugares de empleo con un salario mínimo ya que se consideran trabajadores esenciales.
Algunos han trabajado durante la pandemia con lo que dicen son muy pocas medidas de seguridad y creen que por eso han visto a tantos compañeros afectados por COVID-19.
El Centro de Trabajadores de la Costura de Los Ángeles ha perdido a dos miembros, Maria Elena es una de ellas – madre de dos hijos adultos – quien falleció tras contraer el coronavirus.
“Por las condiciones de su lugar de empleo perdió la vida, y su familia sufre sin tenerla presente”, dijo Alejandro Sánchez, organizador del Centro de Trabajadores de la Costura.
“No tienen hand sanitizer, distanciamento, y les pides y te ignoran. Yo lo he visto en otras fábricas”, agregó Panfilo González, un costurero.
El número de costureros que se han enfermado con el virus se desconoce, pero entre ellos esta Francisco Tzul, quien, a sus 56 años, tuvo que ser conectado a un ventilador artificial por dos semanas.
“Una situación complicadísima. Yo estuve al filo de la muerte”, notó Tzul.
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El grupo de costureros dice que este jueves por la noche, luchan por los vivos y tienen esperanzas en la propuesta 62 que se discute en los comités del senado. Si llegara a ser aprobada, la legislación podría garantizarles un sueldo mínimo y que no sean pagados solo por prenda terminada.
“Pagan alrededor de unos 15 centavos para hacer una playera”, dijo González.
Irónicamente, algunos se dedican a hacer mascarillas de tela y no siempre les exigen usarlas en sus lugares de trabajo.
Por ahora, este sector, tal como otros trabajadores esenciales, aún no califica para la vacuna contra COVID-19. Esperan contar con esa protección en el futuro cercano.