Una iglesia de Sun Valley anunció este jueves una demanda contra el gobernador Gavin Newsom, el fiscal general Xavier Becerra y al alcalde Eric Garcetti, alegando que han mostrado un favoritismo inconstitucional en la aplicación de las regulaciones del coronavirus en detrimento de los lugares de culto.
La demanda del Tribunal Superior de Los Ángeles presentada por Grace Community Church y el pastor John MacArthur afirma que el pueblo estadounidense ha comenzado a ver la forma supuestamente desigual en la que los funcionarios públicos están aplicando las regulaciones sobre la pandemia.
“Han sido testigos de cómo las onerosas restricciones impuestas por los funcionarios públicos para supuestamente combatir la pandemia de COVID-19 simplemente no se aplican a ciertos grupos favorecidos”, afirma la demanda. “Cuando muchos salieron a las calles para participar en protestas políticas contra el racismo y la brutalidad policial, estos manifestantes se negaron a cumplir con las restricciones pandémicas”.
El abogado de los demandantes, Charles LiMandri, dijo que es inconstitucional que Newsom y el estado discriminen a las iglesias tratándolas de manera menos favorable que otras organizaciones y actividades que no están protegidas por la Primera Enmienda.
Dijo que esto es especialmente cierto cuando el gobierno “ha dado rienda suelta a los manifestantes y no está restringiendo de manera similar los dispensarios de marihuana, los grandes puntos de venta y las fábricas y los proveedores de abortos”.
Los representantes de Newsom y Garcetti no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Según la demanda, en lugar de hacer cumplir las órdenes de salud pública, los funcionarios públicos estaban “demasiado ansiosos” por otorgar una excepción de facto para los “manifestantes favorecidos”.
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Habiendo “dañado irreparablemente la confianza de los estadounidenses, y especialmente de los californianos, que ahora se dan cuenta de que las restricciones pandémicas no son necesarias ni buenas” Grace Community Church decidió el 26 de julio reanudar los servicios de adoración uniéndose a millones de estadounidenses al decidir que “ya es suficiente”, señala la demanda.
Grace Community Church decidió que ya no se quedaría sentada y vería a sus feligreses y sus hijos sufrir por la ausencia de adoración e instrucción religiosas, según la demanda.
Los Ángeles envió una carta a Grace Community Church ordenándole que obedeciera las restricciones, pero la iglesia no cumplirá, dice la demanda.
Según los abogados de la iglesia, los californianos ahora deben darse cuenta de que los cristianos “no son ciudadanos de segunda clase y la corte debe intervenir para hacer su trabajo aplicando las protecciones que las constituciones estatales de los Estados Unidos y California brindan a todas las personas por igual y a las iglesias en particular”.
Los hospitales no están abrumados y la tasa de muerte por COVID-19 ahora es extremadamente pequeña, según los abogados de la iglesia.
