El fútbol es la única religión que no tiene ateos lo dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano y cuando va a jugar Lionel Messi las palabras del charrúa no podían ser más exactas.
Muchos fanáticos hicieron grandes maromas para estar en este partido. Para el juego de este domingo entre el Galaxy de Los Ángeles y el Inter de Miami la pasión de los aficionados por la pulga se desbordó.
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“Acabó de cruzar la frontera solamente para ver el partido de fútbol”, dijo Hugo Alberto, uno de los aficionados que llegó desde México con su boleto ya comprado. “Pues sí pagamos una cantidad fuerte, la verdad sí exageraron pero vale la pena, vale la pena porque estamos con el mejor del mundo.
Por su parte, Héctor Pérez dijo que “viéndolo siento como hasta que sale lo de niño, sale mi sueño que he tenido de niño para poderlo ver. Se siente bonito y pues feliz”.
Hasta el estadio llegaron fanáticos de todas las razas, hablando diferentes idiomas, pero con la palabra fútbol como lenguaje universal.
“Vengo desde China para ver a Messi”, dijo Li Wong antes de que empezara el partido en Carson.
La distancia o lo que tuvieron que pagar estos aficionados por cada boleto es lo de menos. Aquí lo importante es ser parte de la historia en este partido.
Es el caso de Salvador Villegas quien llegó desde Chico. “10 horas manejando para mirar a Messi”, dijo.
Pero conducir todas esas horas fue lo de menos. El hombre dijo que pagó $600 por el boleto. “No tenía si no $600 en el banco, se me fue todo”, dijo Villegas.
Y Messi no defraudó a la afición. La Pulga anotó el domingo un gol en el tiempo de descuento para ayudar al Inter Miami a salvar un empate 1-1 en LA Galaxy.
