Adam Nemat de Corona tenía mucho que esperar: cumplir 18 años, asistir a su fiesta de graduación y potencialmente estudiar física en UC San Diego.
Pero esos planes se vieron truncados el viernes pasado cuando murió en un accidente con un carrito de golf.
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“Estaba con sus amigos y estaban en un carrito de golf trucado. Estaban en una zona de tierra”, explicó Mona Nemat, la madre de Adam.
Todos sobrevivieron, pero Adam murió instantáneamente.
A pesar de la devastación y el dolor insondable, la familia Nemat está comprometida a mantener vivo su legado, ya que el joven de 17 años fue una fuerza para el bien, según sus padres.
Adam intentó crear conciencia sobre la crisis mundial del agua, sirviendo como tesorero del club Thirst Project en su escuela secundaria. Además de promover activamente las donaciones de sangre, el adolescente también se ofreció como voluntario para alimentar a los necesitados.
Después de donar los órganos de Adam, los Nemat lanzaron una campaña de financiación colectiva para apoyar a UNICEF en su honor.
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"Creo que Adam entendió mejor que la mayoría de los adultos que no es necesario hacer grandes cosas", dijo la madre de Adam. "Puedes hacer pequeñas cosas y aún así importan".
Lo que sorprendió y conmovió a los padres de Adam fueron los abundantes mensajes sobre su hijo de innumerables personas.
“Todavía estoy abrumada por la cantidad de personas que se han acercado y cuántos padres han enviado mensajes”, dijo Mona Nemat. "Recibí mensajes a través de mensajes de texto, Facebook y otras fuentes solo para decir: 'Mi hijo pensaba que era el mejor amigo de tu hijo'".
