El Condado de Los Ángeles exigió el martes que los empleadores de abarrotes y entrega de alimentos limpien las tiendas y protejan a sus trabajadores.
La acción se produjo después que los trabajadores de Whole Foods e Instacart dejaron el trabajo por problemas de salud.
La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles adoptó una ordenanza de emergencia el martes para proteger a los trabajadores de supermercados, farmacias y entrega de alimentos durante la pandemia de coronavirus.
Los supervisores Mark Ridley-Thomas y Janice Hahn defendieron la ordenanza, que requiere que los empleadores desinfecten y almacenen los baños con los suministros necesarios, limpien las tiendas y los carros de compras entre usos y brinden seguridad para hacer cumplir el distanciamiento social, entre otros estándares.
"A medida que se colocan más pautas para los socorristas, debemos establecer pautas más estrictas para aquellos en el sector de alimentos y comestibles", dijo Ridley-Thomas. "Las tiendas de comestibles se han vuelto esenciales en este momento difícil, y hacemos todo lo posible para apoyarlas y protegerlas con los recursos que tenemos disponibles, incluyendo equipos y políticas de protección adecuados".
"En medio de esta emergencia de salud global, los trabajadores de tiendas de comestibles, la entrega y la farmacia ahora responden de primera línea ", dijo Hahn. "Su trabajo es esencial para mantener a nuestro Condado funcionando y debemos asegurarnos que tengan las herramientas que necesitan para hacer su trabajo de manera segura".
La acción se produjo después que los trabajadores de Whole Foods e Instacart dejaron el trabajo por problemas de salud.
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"Los trabajadores de supermercados y farmacias y los conductores de entrega de alimentos se encontraron inesperadamente a la vanguardia de la pandemia de coronavirus, pero las tiendas no han brindado suficientes protecciones de salud o seguridad", dijo John Grant, presidente de United Food and Commercial Workers Local 770.
“Le agradecemos al supervisor Mark Ridley-Thomas por liderar la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles e implementar las medidas necesarias que protegen a los trabajadores que arriesgan su salud para servir a sus comunidades”, agregó.
En ausencia de normas, las tiendas han adoptado un enfoque poco sistemático de la seguridad, y algunas instalan protectores de plexiglás y máscaras protectoras, pero otras dejan a los empleados valerse por sí mismos.
"Estas medidas no sólo nos protegerán a nosotros, los trabajadores que están en tiendas ocupadas todos los días, sino también al público en todo el Condado de Los Ángeles", dijo Pascual Villa De La Cruz, de Albertsons en el Sur de Los Ángeles.
La medida también establece que los supermercados y las farmacias pueden negar el servicio a cualquier cliente potencial que no use una máscara facial.
Además de las tiendas de comestibles que permanecen abiertas, muchas personas que siguen órdenes de quedarse en casa han recurrido a los servicios de entrega de alimentos en línea. La ordenanza también cubre a compradores y repartidores de compañías como Instacart, DoorDash y Shipt.
La ordenanza entrará en vigencia de inmediato y expirará después que la crisis del coronavirus haya pasado y se levanten las órdenes de emergencia
