El condado de Los Ángeles cruzó este jueves el sombrío hito de 23,000 muertes por COVID-19, ya que el virus mantuvo su título como la principal causa de muerte en el condado, pero las hospitalizaciones continuaron una trayectoria descendente.
Mientras tanto, los funcionarios de salud expresaron optimismo sobre el anuncio del gobernador Gavin Newsom de que la elegibilidad para la vacuna se expandirá a las personas de 50 años o más el 1 de abril, seguidas de todas las personas de 16 años en adelante a partir de dos semanas después.
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“Ampliar la elegibilidad de la vacuna durante las próximas semanas facilitará que más personas se vacunen siempre que el condado reciba más dosis”, dijo la directora de salud pública Barbara Ferrer en un comunicado. “Durante estos tiempos de escasez de suministros, nuestra prioridad es garantizar que los residentes y los trabajadores de las comunidades más afectadas puedan vacunarse.
A medida que se amplíe la elegibilidad, redoblaremos los esfuerzos para aumentar la accesibilidad y la disponibilidad de la vacuna en las comunidades con mayor riesgo y menor tasa de vacunación”.
Newsom dijo que la elegibilidad se está ampliando en respuesta a un aumento anticipado en el suministro de vacunas en el estado durante el próximo mes. El condado de Los Ángeles ha estado recibiendo, en promedio, alrededor de 300,000 dosis por semana, a pesar de tener la capacidad de administrar más del doble de esa cantidad semanalmente.
El condado ya ha iniciado conversaciones con varios proveedores de vacunación para ampliar la capacidad a la luz del próximo aumento en la oferta. Mientras tanto, los funcionarios de salud han continuado predicando el cumplimiento de las medidas de control de infecciones, como cubrirse la cara y el distanciamiento físico hasta que se vacune a la mayor parte de la población.
El jueves, el condado informó otras 66 muertes debido a COVID-19, lo que aumentó el total del condado durante toda la pandemia a 23,020. El condado también informó otros 608 casos, elevando el total acumulado a 1,216,250.
Según cifras estatales, había 692 personas hospitalizadas en el condado debido a COVID hasta el jueves, frente a las 729 del miércoles. El número de personas en cuidados intensivos aumentó, de 169 el miércoles a 183 el jueves.
Ferrer advirtió el miércoles que las variantes de COVID-19 más infecciosas se están volviendo más frecuentes en el condado, sobre todo una variante cultivada en California y otra identificada por primera vez en el Reino Unido.
La propagación de esas variantes, que pueden transmitirse más fácilmente de persona a persona, ha suscitado preocupaciones sobre una posible reversión de la tendencia a la baja en las infecciones, en un momento en que el condado está listo para avanzar más en el plan de reapertura económica del estado.
Pero a menos que se produzca un nuevo aumento importante en el número de casos de COVID, el condado está en camino de ingresar al nivel naranja menos restrictivo del Plan estatal para una economía más segura para la primera semana de abril, probablemente en los días posteriores al Domingo de Pascua.
Una vez que eso suceda, dependerá del condado decidir si se adhiere por completo a las pautas del nivel naranja del estado para las empresas a las que se les permitiría abrir o expandir su capacidad. Pasar al nivel naranja autorizaría al condado a levantar todas las restricciones de capacidad en los negocios minoristas y de cuidado personal, al tiempo que aumentaría el límite de capacidad del 25% al 50% para cines, iglesias, museos, zoológicos, acuarios y restaurantes.
La capacidad del gimnasio podría aumentarse del 10% al 25%. El nivel naranja también permitiría que los bares reabrieran al aire libre, mientras que las salas de juego y los centros de entretenimiento familiar podrían despejarse para reanudar las operaciones en el interior.
Sin embargo, a los condados se les permite promulgar restricciones más estrictas de las que permite el estado o modificar las pautas. Por ejemplo, el condado de Los Ángeles todavía prohíbe a los restaurantes y cervecerías encender sus televisores para evitar reuniones de fanáticos de los deportes, una regla que solo se aplica en el condado de Los Ángeles.
Ferrer dijo que los funcionarios de salud trabajarán con la Junta de Supervisores del condado y representantes de los sectores comerciales afectados por el cambio al nivel naranja, y que “evaluarán lo que tiene sentido para el condado de Los Ángeles”. “Estamos comprometidos, junto con todos, para seguir adelante”, dijo. “Y estamos entusiasmados con esta oportunidad de permanecer en nuestro viaje de recuperación. Y sabemos que esto significa mucho para todos. Pero tenemos que hacerlo de una manera que no ponga en peligro la seguridad”. Lo más notable en el nivel naranja es una posible reapertura de bares, solo con servicio al aire libre.
Ferrer dijo que el condado explorará formas de reabrir tales negocios y “qué tipo de modificaciones realmente podrían mejorar la seguridad tanto como sea posible”
Las cervecerías y bodegas que no sirven comida fueron autorizadas el fin de semana pasado para reabrir para el servicio de alcohol, pero con horas limitadas, se requieren reservaciones anticipadas para los clientes y un límite de tiempo de 90 minutos para los invitados.
Ferrer dijo que la lista de restricciones, si bien se aplica fácilmente a una cervecería o bodega, “probablemente no tenga mucho sentido cuando se piensa en cómo la gente generalmente disfruta estar en un bar”.
“Eso siempre va a ser una preocupación porque, nuevamente, estos son lugares donde las personas no pueden usar sus máscaras y no mantener la distancia durante largos períodos de tiempo”, dijo. “... Así que tendremos que analizarlo detenidamente”.
