What to Know
- La filtración comenzó en octubre de 2015 y que tardó unos cuatro meses en controlarse.
- Arrojó aproximadamente 109,000 toneladas de metano al aire entre octubre de 2015 y febrero de 2016.
- Miles de residentes en el noroeste del Valle de San Fernando tuvieron que abandonar sus hogares.
Un grupo de residentes y activistas del área de Porter Ranch se reunieron este miércoles frente a las instalaciones de almacenamiento de gas natural de Aliso Canyon para conmemorar el cuarto aniversario de una fuga de gas que obligó a miles de personas a abandonar sus hogares y se convirtió en la mayor liberación de metano en la historia de los Estados Unidos.
Los activistas, portando carteles y cantando consignas, también continúan presionando para el cierre permanente de las instalaciones.
“¿Qué ves allí? Ves colinas quemadas dentro de una instalación de gas, y ese lugar aún está abierto”, dijo Matt Pakucko, del grupo de residentes Salven a Porter Ranch. “¿Qué tiene de malo esta imagen?”
Pakucko y otros que participaron en la manifestación dijeron que los residentes todavía sufren problemas de salud derivados de la filtración que comenzó en octubre de 2015 y que tardó aproximadamente cuatro meses en limitarse.
La fuga de gas, que se descubrió en la instalación de almacenamiento subterráneo en octubre de 2015 y continuó emanando metano hasta febrero de 2016, arrojó aproximadamente 109,000 toneladas de metano al aire.
Miles de residentes en el noroeste del Valle de San Fernando se vieron obligados a abandonar sus hogares durante meses debido a la fuga.
Local
Las instalaciones reanudaron operaciones limitadas a fines de julio de 2017, con la bendición de los reguladores estatales. Los esfuerzos de los funcionarios del condado de Los Ángeles para bloquear las operaciones reanudadas fracasaron en los tribunales.
El martes, el concejal de la ciudad de Los Ángeles, John Lee, presentó una moción solicitando un informe que detalla los resultados de las investigaciones regulatorias de la instalación y las acciones que se han tomado desde la fuga.
“Si bien la jurisdicción reguladora de la instalación recae en el estado, dado el impacto del estallido en los residentes de la ciudad, es importante que el Ayuntamiento reciba un informe completo sobre el estado de la instalación, el acuerdo de conciliación y los procedimientos e informes reglamentarios”, dijo Lee.
“Este informe ayudará a la ciudad a determinar qué acciones adicionales deben tomarse junto con el cierre para proteger a los residentes de incidentes similares en el futuro”.
Southern California Gas Co., que opera la instalación, ha respaldado en repetidas ocasiones el funcionamiento de la instalación y las mejoras y reparaciones de seguridad que se han completado desde la fuga.
“En los meses posteriores a la detención de la fuga, SoCalGas y los reguladores estatales, que trabajaron en consulta con expertos independientes en los Laboratorios Nacionales del Departamento de Energía de Estados Unidos, realizaron una revisión exhaustiva de seguridad en Aliso Canyon. Esa revisión y mejoras de seguridad que completó SoCalGas han sido reconocidas como las más rigurosas y completas de la nación”, según un comunicado publicado por la compañía a principios de este año.
Según un informe publicado el 17 de mayo, la fuga de gas de Aliso Canyon fue causada por la corrosión microbiana de la cubierta de un pozo, y SoCalGas no realizó inspecciones o análisis detallados de seguimiento después de fugas anteriores.
El informe fue realizado por Blade Energy Partners, a quien la CPUC y la División de Petróleo, Gas y Recursos Geotérmicos del Departamento de Conservación del estado ordenaron en 2016 realizar un análisis independiente de la causa principal de la fuga.
