El aumento continuo de casos de COVID-19 en el condado de Los Ángeles causará inevitablemente más hospitalizaciones y potencialmente muertes, advirtieron los funcionarios de salud jueves, además, agregaron que si las cifras persisten, el condado puede verse obligado a imponer más restricciones a la actividad pública.
“Si colectivamente no logramos detener la aceleración de nuevos casos, no habrá más remedio que buscar acciones adicionales”, dijo la directora Bárbara Ferrer, del Departamento de Salud Pública del condado.
“En todo el país, los funcionarios electos y los líderes de salud pública están introduciendo nuevos requisitos para proteger la atención médica y evitar que se abruman.
“Hemos estado allí antes, hace solo cuatro meses, y trabajamos mucho para volver a un lugar donde nuestra salud estaba protegida y nuestras jornadas de recuperación podría continuar, y sé que ninguno de nosotros quiere dar un paso atrás”. Lo que nos deja con una opción, y es tomar buenas decisiones que reflejan la realidad de vivir durante una pandemia”, agregó.
La amonestación se produjo un día en que el condado informó de otros 2,533 nuevos casos del coronavirus y los funcionarios de salud de Long Beach agregaron 45 más, levantando el total acumulado en el condado a 330,495.
Ferrer señaló que el 3 de octubre, el condado tenía un promedio de 988 casos nuevos por día, pero a partir de la semana pasada, el promedio subió a 1,464.
“En pocas palabras, esto es más del 33% de aumento en los casos diarios, y recientemente no hemos visto señales de disminución en nuestro número de casos”, dijo.
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La tasa reciente de positividad de las pruebas del condado también está aumentando, de un promedio diario de siete días del 3.6% a principios de octubre al 4.4% la semana pasada, al 5.9% a partir del jueves.
Las hospitalizaciones también están aumentando, con 953 pacientes con coronavirus a partir del jueves, marcando dos días seguidos sobre 900.
La única métrica que aún no ha aumentado es el número de promedio de muertes, que se sitúa en 10, el “más bajo desde los inicios de la pandemia”, dijo Ferrer.
“Desafortunadamente, es probable que la continua disminución de muertes no continuará, ya que sabemos que los aumentos en los casos y las hospitalizaciones en realidad influyen en el número de muertes que experimentamos aquí en el condado, y es probable que en las próximas semanas nuestro número de muertes aumentará”, agregó.
El condado informó siete muertes adicionales el jueves, aunque dos de esas muertes fueron anunciadas el miércoles por funcionarios de Long Beach.
El número acumulado de muertos en todo el condado era de 7,221 hasta el jueves.
Ferrer advirtió de nuevo que las próximas vacaciones presentarán riesgo de transmisión del virus más elevados, especialmente si las personas celebran en reuniones en interiores con amigos y familia. También advirtió que la prueba negativa del virus no significa que es seguro asistir a una reunión.
“Escuchamos a personas que nos dicen que van a ir de fiesta este fin de semana y ahora todos se van a hacer la prueba hoy para que poder asistir la fiesta”, dijo Ferrer. “Esa estrategia no funciona. Cuando te sometes a la prueba hoy, y sale negativo, solo eres negativo hoy. Tus acciones para el fin de semana realmente no le ofrecen a nadie a tu alrededor ninguna protección contra el hecho de que pudieras haberte convertido, estar positivo y ser capaz de difundir el virus.''
El condado ha emitido una guía para pequeñas reuniones, diciendo que los residentes pueden reunirse con personas de hasta otros dos hogares, pero esas reuniones deben realizarse al aire libre con distancia y cubrebocas.
Esas reglas se aplican a las cenas de Acción de Gracias. El condado también pide a la gente disuadir de viajar durante las vacaciones, pero aquellos que lo hagan deberían investigar las posibles restricciones de viaje impuestas en sus destinos, y deben permanecer en cuarentena durante 14 días cuando regresen al condado de Los Ángeles, dijo Ferrer.
El condado permanece estancado en el nivel más restrictivo del estado de las directrices de reapertura económica de cuatro niveles, y Ferrer dijo que es poco probable que cambiara en “las próximas semanas”.
“No creo que aquí era el lugar que anticipábamos mientras entramos al otoño e invierno”, dijo. “No es solo que nuestra jornada de recuperación está estancado, sino, también es que ahora enfrentamos decisiones muy difíciles mientras nos acercamos al Día de Acción de Gracias y los días festivos de invierno”.
