De acuerdo con una carta revisada por The Times, la oficina del fiscal general de California revisará cómo la Arquidiócesis de Los Ángeles ha manejado las denuncias de abuso sexual, incluso si cumplió con los requisitos obligatorios de informar a la policía.
La carta, fechada el jueves, del fiscal general del estado Xavier Becerra al arzobispo José Gómez, solicita que los funcionarios de la iglesia conserven una serie de documentos relacionados con las acusaciones de abuso de clérigos, informó hoy The Times.
"El Departamento de Justicia de California está revisando el manejo de las acusaciones de conducta sexual inapropiada de su arquidiócesis que involucran a niños, incluso si su arquidiócesis ha denunciado adecuadamente las denuncias de conducta sexual inapropiada, según lo estipulado en la Ley de denuncia de negligencia y abuso infantil de California", indica la carta, según The Times.
No está claro si la oficina de Becerra también está buscando registros de otras diócesis de California. Pero una fuente dijo a The Times que el fiscal general estaba contactando a otras diócesis.
Telemundo 52 se comunicó con la oficina del fiscal Becerra para pedir un comentario sobre la revisión, pero sólo destacaron que, “para proteger su integridad, no podemos comentar, ni siquiera para confirmar o negar, una investigación potencial o en curso”, señala el comunicado de su oficina de prensa.
Durante casi dos décadas, la arquidiócesis ha estado agobiada por las acusaciones de que los líderes eclesiásticos habían manejado mal los casos de abuso de clérigos, a veces trasladando a los clérigos sospechosos de cometer delitos a otras parroquias en lugar de castigarlos e informar a las autoridades policiales.
“La Arquidiócesis fue una de las primeras diócesis en la nación en publicar un informe exhaustivo en 2004 con una lista de clérigos acusados, tanto vivos como fallecidos, y publicó archivos del clero como parte de un acuerdo global de 2007”, señala una declaración enviada a Telemundo 52 a través de un correo electrónico.
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También resaltó que han cooperado con “dos investigaciones estatales y una federal, y continúa cooperando plenamente con todas las autoridades civiles”.
La Arquidiócesis de Los Ángeles pagó un récord de $740 millones en varios acuerdos con las víctimas y se había comprometido a proteger mejor a los miembros de su iglesia. Gómez ocupó, durante mucho tiempo, el lugar del cardenal Roger M. Mahony, quien se enfrentó a las críticas por su manejo del escándalo. Tras el acuerdo, la iglesia impuso una serie de reformas.
Otros fiscales estatales también iniciaron investigaciones sobre sus iglesias católicas tras nuevos escándalos de abuso en el último año, incluido un informe de Pensilvania que reveló un encubrimiento durante décadas de abuso sexual infantil que involucró a más de 1,000 víctimas y cientos de miembros del clero.
Un informe del fiscal general de Illinois publicado en diciembre encontró que la cantidad de clérigos católicos acusados de abuso sexual en ese estado era mucho mayor de lo que se había reconocido previamente. El informe reveló 690 clérigos acusados, aunque los funcionarios de la iglesia habían identificado públicamente solo 185 con alegatos creíbles contra ellos.
Las iglesias de todo el país y de California respondieron con la publicación de nombres no divulgados de clérigos acusados de abuso.
Los procuradores generales de otros estados han solicitado o citado los registros de las diócesis sobre el clero, pero la solicitud de Becerra va más allá, y también solicita registros sobre los casos que involucran a personal que no pertenece al clero, como voluntarios y empleados.
En diciembre, la arquidiócesis de Los Ángeles actualizó su lista de clérigos acusados de abusar sexualmente de niños por primera vez en una década.
Los oficiales de la Arquidiócesis han dicho que la iglesia ha hecho grandes avances para prevenir el abuso y trabajar con la policía. Pero en abril, la arquidiócesis de Los Ángeles anunció un acuerdo récord de $8 millones con un ex alumno de una escuela católica, ahora de 18 años, quien fue molestado por un entrenador.
Fue el acuerdo individual más grande de una iglesia local en un caso de abuso sexual. Su abogado dijo que las inquietudes sobre la conducta del maestro fueron ignoradas.
