Residentes de Downey realizaron una protesta el martes por la noche frente a la sede del Concejo Municipal para demandar a las autoridades que impidan la instalación de un bar, que afirman, podría ser el detonante de actos delictivos.
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Critican que las meseras puedan vestir con lencería. “La seguridad de Downey la queremos proteger, aquí no estamos para aumentar el trabajo para el departamento de policía”, dijo Lupita Davis, residente de Downey.
“Ojos locos cantina” es el bar que planea iniciar operaciones en el sitio que anteriormente ocupaba un restaurante Dennys, ubicado sobre la avenida Firestone, a solo una cuadra de la preparatoria Downey, por lo que vecinos inconformes exigen que sea reubicado o en su defecto se regule rigurosamente su operación.
“Tengo una hija que para el otro año va a la High School y estoy preocupada que ella vaya y pase por esos rumbos porque primero que nada pueden faltarle el respeto”, comentó Yetlanezi Sánchez, otra residente de Downey.
Miembros del Concejo Municipal, que atendieron las protestas de los inconformes señalaron que analizarán y modificarán los estándares de vestimenta para meseras y camareros en todos los bares y restaurantes de la ciudad.
“El vestuario de las jovencitas no son las fotos que hemos visto”, dijo Mario Trujillo, concejal de Downey.
Sin embargo, reconocieron que será complicado dar marcha atrás al proyecto.
“Tenemos los abogados ahorita apurados viendo si hay avenidas legales que podemos acudir a ellas para ver si podemos parar este negocio”, mencionó Trujillo.
Sonia Peña, residente de Downey agregó: “Tenemos mucho peligro, corren mucho peligro con la gente que sale intoxicada”.
En respuesta a los señalamientos, propietarios del negocio afirmaron que “Ojos locos” es un sport-bar, como muchos otros y desmintieron que sus meseras utilicen lencería para atraer a los clientes.
También señalaron que es falso que promuevan actividades delictivas y aseguraron que la apertura del establecimiento generará alrededor de 120 nuevos empleos.
