El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ordenó el martes que los trabajadores de negocios esenciales como supermercados y restaurantes usen cubrebocas debido al brote del coronavirus, y al mismo tiempo autorizó a las empresas a rechazar el servicio a clientes que no los usan.
La orden, que se aplicará en una gran cantidad de empresas, incluidas ferreterías, lavanderías, servicios de taxi y transporte, hoteles y plomerías en la ciudad de California, entrará en vigencia el viernes.
Se exigirá a los empleadores que proporcionen a los empleados cubrebocas no médicos o que reembolsen a los trabajadores que los obtengan por su propia cuenta.
Las empresas también estarán autorizadas a denegar la entrada a los clientes que no lleven una mascarilla, dijo. "Estas empresas que estamos señalando también deben asegurarse que sus empleados tengan acceso a un baño limpio junto con los servicios adecuados, productos de limpieza como jabón y desinfectante, además de permitir que sus empleados se laven las manos cada 30 minutos", dijo Garcetti.
También se exigirá a las empresas que garanticen el distanciamiento social entre clientes y empleados.
"Nuestra idea no es arrestar y multar a las personas por no cubrirse la cara. Esto se trata de la aplicación de la ley", dijo Garcetti.
Pero agregó que la ciudad podría emitir citaciones civiles si la gente no cumple.
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El alcalde también sugirió que las empresas instalen barreras de plexiglás entre las estaciones de trabajo de los empleados y los clientes, pero reconoció que podría llevar algún tiempo para lograrlo.
A través de la iniciativa de fabricación LA Protects de la ciudad, 800 empresas se han inscrito para producir mascarillas de grado no médico para empresas esenciales, y 600 empresas, en total, han solicitado más de 900,000 de ellas, dijo Garcetti.
Las compañías pueden solicitar máscaras y otros equipos de protección a través del sitio web laprotects.org.
