MIAMI, Florida - Dos jóvenes cubanos que llegaron a Estados Unidos en un artefacto volador hace tres meses, pidieron asilo y recibieron la noticia que tanto esperaban: el gobierno les aprobó su petición y podrán quedarse legalmente en el país.
Ambos hicieron historia cuando aterrizaron el sábado 25 de marzo en Cayo Hueso. El vuelo tomó dos horas desde la base de Tarará, donde el ala delta motorizado del tipo "Trike" prestaba servicios turísticos en la modalidad de deportes aéreos.
El equipo de aviación ultra ligero prestaba servicios en el sector del turismo y tras un vuelo de poco más de dos horas llegaron a un aeropuerto de los Cayos de Florida.
La orden, que según su abogado puede tardar unos 30 días, apunta a que David López e Ismael Hernández permanecerán detenidos por ahora.
“Lo mismo pasó con el polizón, no va a ser oral, va a ser escrita”, dijo Willy Allen, el abogado de los jóvenes pilotos que realizaban vuelos comerciales para el turismo.
Tras la fuga, el Club de Aviación de Cuba, que preside el espía y exconvicto René González, los calificó de "traidores" y "vulgares delincuentes" y reclamó la devolución inmediata del equipo ultraligero usado para escapar.
“Vamos a recordar que trabajaron para personas peligrosas, traidor. El gobierno tiene todo el derecho de reservar la apelación y eso es lo correcto”, dijo el abogado Willy Allen.
La turística Cayo Hueso está situada a un centenar de millas de Cuba y es como el resto de los Cayos de Florida una zona en la que desembarcan las rudimentarias embarcaciones en las que dejan la isla cientos de cubanos. Pero las llegadas por aire, como la de hoy, no son habituales.