Cancelan fiesta para el soldado Bowe

WASHINGTON - El pueblo del sargento Bowe Bergdahl, el soldado estadounidense capturado en Afganistán por los talibanes que fue liberado en un canje por cinco presos de Guantánamo, canceló la fiesta de bienvenida que le había organizado tras las acusaciones de algunos excompañeros de que pudo haber desertado. Los organizadores de la celebración del regreso del soldado, que estaba prevista para finales de junio en Hailey (Idaho), la localidad natal Bergdahl, anunciaron en un comunicado su intención de cancelar el acto por razones de "seguridad pública". Los promotores explicaron que, debido a la atención mediática y el "amplio interés" que ha despertado el caso, esperaban "un aumento significativo en la asistencia a este acontecimiento de gente tanto que quiere apoyarlo como protestar contra él", en un acto que ya tuvo lugar en años anteriores para pedir la liberación del sargento. La ciudad natal de Bergdahl había convocado cada mes de junio desde su captura un encuentro para apoyar a la familia llamado "Bring Bowe Back" ("Devuélvanos a Bowe") y este año, tras conocerse su liberación, se le iba a cambiar el nombre por "Bowe is Back" ("Bowe está de regreso"). "Por motivos de seguridad pública, el evento será cancelado. Hailey, una ciudad de 8,000 habitantes no tiene la infraestructura para acoger una actividad del tamaño en que éste podría convertirse", señalaron los organizadores en su nota. Según algunos de sus compañeros de armas, a finales de junio de 2009, justo antes de quedar cautivo en manos de los talibanes, Bergdahl abandonó su puesto avanzado en una zona montañosa del este de Afganistán y en ningún momento fue capturado en batalla o por haberse despistado durante una patrulla nocturna. El canje por cinco presos de Guantánamo, anunciado el pasado sábado, ha provocado polémica en Estados Unidos y ha sido criticado por miembros del Congreso, así como por el Gobierno de Afganistán. Bergdahl se encuentra actualmente en un hospital militar en Landstuhl, en Alemania, y será trasladado posteriormente a un centro médico de San Antonio, en Estados Unidos, donde se reunirá con su familia y seguirá recibiendo tratamiento, probablemente más centrado en las consecuencias psicológicas que físicas de su reclusión. El Ejército de Estados Unidos dijo este miércoles que ha abierto una investigación para determinar, "a su debido tiempo", si son ciertas las acusaciones de que el militar desertó.

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