El hábito de asistir a misa los domingos para la mayoría de los fieles católicos se ha visto afectada por la propagación del coronavirus, pero si ellos no pueden ir a la iglesia, la iglesia irá hacia ellos.
Esto es lo que llevó a cabo el párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón en Pomona. Salió a las calles a bendecir a los fieles que viven a su alrededor.
Desde el interior de un vehículo, y con la imagen de la virgen de Guadalupe en otro, el párroco de la iglesia salió a las calles para seguir con la tradición espiritual de fieles seguidores, quienes desde el interior de sus casas recibieron la bendición.
“El objetivo de esta procesión es que pues la gente no puede venir a la casa del señor, entonces el señor va a sus casas a visitarlos”, dijo el párroco Alberto Arreola.
Las recomendaciones de las autoridades sanitarias han sido muy claras y la mayoría de los residentes está acatando estas sugerencias de quedarse en casa, así que con la cancelación de las misas en las iglesias, esta manera de celebrar un encuentro con la fe por el momento puede ser una buena idea.
“Mucha gente pues no podemos ir a la iglesia ya que estamos tratando de evitar de que todo este que está pasando ahora que no se propague”, dijo Guadalupe Bernardino, residente de Pomona.
Para el párroco del lugar nos comentó que no se trata de desobedecer ninguna sugerencia de las autoridades, el peligro de la propagación del coronavirus es algo muy serio y por tal motivo se trata de llevar esperanza a quienes se mantienen en casa.
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“No queremos violar ninguna regla de las autoridades ni nada. El santísimo solamente va ir pasando, va a la gente desde sus ventanas y de sus casa muevan un pañuelo blanco”, dijo Arreola.
Un globo blanco en la puerta de la entrada de sus viviendas fue el símbolo de quienes participaron en esta celebración religiosa, en donde el lema fue “si los fieles no pueden ir a la iglesia, la iglesia irá hacia ellos” para bendecir sus hogares.
“Me sentí muy contenta cuando vino mi compadre y me dijo que tenía que poner un globo blanco en la casa y cuando me avisó sentí mucha paz”, dijo Bravo.
Hasta el momento el párroco de la iglesia no aseguró si seguirá llevando la bendición a sus feligreses de esta manera, aunque algunos de ellos esperan que se siga realizando hasta que las cosas vuelvan a la normalidad
