En video: Putin sorprende como bailarín en una boda

El presidente ruso asistió al casamiento de una funcionaria en Austria y bailó con la novia.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sorprendió a los presentes de la boda de la ministra de Exteriores de Austria, Karin Kneissl, con sus pasos de baile en una breve y controvertida visita privada y de trabajo, antes de continuar viaje hacia Berlín para reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel.

La televisión austríaca habia mostrado en directo el aterrizaje del avión de Putin en el aeródromo local, así como su llegada poco después al restaurante de la localidad de Gamlitz, donde se celebró el banquete.

Como obsequio a los novios, el presidente ruso presentó la actuación de un coro de diez Cosacos del Don que viajaron con él. Al momento del baile, Putin mostró sus dotes como bailarín en la pista junto a la novia, en medio del asombro de los presentes.

La invitación de la jefa de la diplomacia austríaca al presidente ruso despertó críticas dentro y fuera de Austria, país que preside este semestre la Unión Europea (UE) y que, también en base a su neutralidad constitucional, intenta mediar en el conflicto entre Ucrania y Rusia.

En medio de grandes medidas de seguridad, Kneissl, de 53 años y que asumió la cartera de Exteriores en 2017 como independiente pero propuesta y apoyada por el gubernamental y ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ), se casó el sábado con el empresario Wolfgang Meilinger en Gamlitz, cerca de la frontera con Eslovenia.

Además de Putin, entre el centenar de invitados que asistieron a la boda estuvo el canciller federal de Austria, Sebastian Kurz, el vicecanciller y líder del FPÖ, Heinz Christian Strache, y otros miembros del Gobierno de coalición integrado por populares y ultras.

Aunque nunca ha militado en el FPÖ, la ministra, que fue diplomática y periodista, comparte algunas de las posturas del partido ultraderechista, euroescéptico y xenófobo que en 2016 firmó en Moscú un acuerdo de cooperación con el partido gubernamental "Rusia Unida", controlado por Putin, con el objetivo de estrechar las relaciones entre ambas formaciones nacionalistas.

"Realmente, le deseo (a Kneissl) lo mejor para su boda, pero me hubiese gustado que por interés nacional hubiese evitado las irritaciones internacionales que lamentablemente ya ha causado por invitar al presidente ruso", declaró Andreas Schieder, portavoz del opositor Partido Socialista Austríaco (SPÖ), en un comunicado.

Schieder se refirió sobre todo a las molestas reacciones provenientes de Ucrania, donde se ha puesto en duda la futura capacidad de Viena para participar en los esfuerzos de paz.

"Una boda es algo privado. Sin embargo, sobra decirlo: si usted invita a Vladímir Putin a su boda, ya no es neutral. A partir de ahora, Austria no puede ser un mediador en Ucrania", escribió en un tuit la presidenta del comité de Política Exterior del Parlamento ucraniano, Hanna Hopko, poco después de que se anunciara el pasado miércoles la visita del dirigente ruso.

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