Niños, “daños colaterales” de espiral de violencia

Imágenes terribles reproducen el asesinato de menores el fin de semana.

Las imágenes son demasiado fuertes para reproducirlas, pero muestran la crueldad y la violencia en su máxima expresión que el fin de semana, en hechos separados, acabaron con la vida de al menos tres pequeños.

Un bebé de menos de un año llora tirado en la calle, cubierto por la sangre que sale de sus dos heridas. Su hermano, sentado en la banqueta, ve a su madre y su hermana muertas dentro de la camioneta donde viajaban. 

"El niño mayor tiene un tiro en la pierna, el chiquito tiene, dicen, uno tirado en el pulmón y un rozón en la cabeza", describe uno de los testigos que pidió anonimato.

Jorge es tío de la menor que apenas había cumplido 15 años y de sus pequeños hermanos que ahora se debaten entre la vida y la muerte, y asegura que no tiene idea de porqué ese grupo de sicarios disparó en contra de ellos. 

¿Qué tenemos que hacer de veras, qué tenemos que hacer? Personas inocentes que pagan culpa de otros", dice Jorge Lugo, familiar de las víctimas.

Los pequeños se sumaron a la ya larga lista de niños y niñas que se han convertido en víctimas de las organizaciones críminales, al igual que el bebé Santiago, quien este fin de semana murió junto a otras 12 personas cuando un grupo armado disparó en la fiesta donde estaban. 

"Ya no hay frontera en el nivel de la violencia", considera el analista José Gil Olmos, quien durante años ha estudiado el fenómeno.

Los delincuentes, afirma Gil Olmos, han perdido todo código, la piedad y la clemencia porque al frente de todos ellos han quedado las nuevas generaciones a quienes solo les interesa alcanzar el poder a cualquier precio. 

"Estos jóvenes en su mayoría no tienen ninguna referencia moral ni religiosa, para ellos les da lo mismo matar a un adulto que a un niño", opina Gil Olmos.

De ahí la enorme cifra de mujeres, familias y menores asesinados. 

Según datos oficiales, en los últimos 12 años han asesinado bajo estas condiciones a más de 12,000 niños en este país, la mayoría de ellos han sido considerados daños colaterales de la violencia que abraza a esta nación. 

Y al situación no mejorará dice el experto, mientras la impunidad les permita seguir operando sin consecuencias. 

"La ley primordial es el terror. Entre más terror más poder", dice Gil Olmos. 

Y en medio de esa pesadilla, la vida de los inocentes seguirá corriendo peligro.

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