Una televidente dice haber perdido miles de dólares en una estafa cuando lo único que buscaba era ayudar a sus amigos y familiares que están en Cuba.
“Les saqué unos boletos a ellos (familiares) de La Habana, Cuba – Nicaragua para el hijastro mío y dos primos que tengo allá”, dijo Elizabeth Rojas, víctima de estafa.
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La intención de la señora Rojas, era ayudar a sus familiares a salir de Cuba y volar a Nicaragua, pues ese destino se ha convertido en el lugar ideal para quienes desean abandonar la isla.
“[Lo hice] porque es el país que está dejando entrar a los cubanos sin visado”, dijo Rojas.
Así que cuando su familia desde Cuba le notificó sobre una supuesta agencia de viajes que se especializaba en este trayecto, ella tomó cartas en el asunto.
“Ellos me hacen llegar este número de WhatsApp de un Marco Jiménez, y yo me pongo en contacto con él”, contó.
Elizabeth asegura que al principio no bajo su guardia, pues quería asegurarse que estaba lidiando con una agencia real.
“Una vez que yo les enviara los documentos de mis familiares y pasaportes, él me iba a enviar una pre-reserva”, dijo Rojas.
Y así fue, Rojos contó que recibió estos supuestos boletos que le dieron más confianza, y ya solo tenía que efectuar el pago para presuntamente activarlos.
“Cada boleto tenía un costo de $2,100, y fueron tres boletos, un total de $6,300 dólares", dijo.
La señora Rojas envió el dinero a través de Zelle y en efecto, recibió los boletos vía electrónica. Sin embargo, al momento de confirmar las reservaciones directamente en la página de internet de la aerolínea.
“Introduje el número de las reservas de los tres boletos, con el apellido correspondiente de cada pasajero, y me apareció que las reservas no aparecían en el sistema”, dijo Rojas.
La señora Rojas asegura que intentó contactar al supuesto agente de viajes, pero todo fue en vano. Pero, tiempo después se dio cuenta de que todo se trató de una estafa.
“Uno se siente tonto, y otro por la pérdida del dinero, que es el sacrificio de uno”, dijo Rojas.
La señora Rosas sabe que recuperar su dinero es tarea bastante difícil, pues las transferencias electrónicas son ideales para los estafadores. Sin embargo, quiso dar a conocer su historia.
“[Quiero] hacer un llamado de atención a la comunidad cubana, ya que es la que está tratando de resolver este tipo de boletos. ¡Que abran bien los ojos”!
Y es que a pesar de que los boletos parecían reales, había pistas de que algo no pintaba bien.
Por ejemplo, Rojas nunca encontró un sitio web de la supuesta agencia de viajes. Adicionalmente, el número telefónico de la compañía por WhatsApp estaba ligado a un solo sujeto. Detalles que ella ignoró, pero reconoce, de haber puesto atención, le habrían evitado perder su dinero.
“Cuando uno los trata de contactar por WhatsApp tiene que tener todas esas características para que en verdad sea una cuenta de empresas. Si no, no es una cuenta real”, dijo
