Los Ángeles

Vendedores ambulantes dicen ser acosados por inspectores de salud pública

Las autoridades del condado indican que la comida no es segura para el público. 

Telemundo

Imágenes exclusivas muestran como los inspectores del departamento de salud pública del condado de Los Ángeles le quitan la mercancía a los vendedores ambulantes del área de Bonnie Brae y la calle sexta. Los trabajadores aseguran que cuentan con un permiso para vender, pero eso no es suficiente.

Esta tarde, inspectores del departamento de salud pública del condado de Los Ángeles le quitaron la mercancía a los vendedores ambulantes del área de Bonnie Brae y la calle sexta. 

Los trabajadores aseguran que cuentan con un permiso para vender, pero eso no es suficiente.

Unos 60 vendedores trabajan aquí en esa área a través del día, y esta es la misma intersección cuando llegaron los inspectores de salud pública.

“Si nos llegan a agarrar, nos quitan toda la mercancía y ahí perdemos demasiado dinero”, dijo Ana Perez Lopez, una vendedora ambulante.

Según el departamento de salud pública del condado de Los Ángeles, el viernes realizaron una investigación tras una queja en la intersección de sexta y Bonnie Brae donde observaron a tres vendedores sin permisos. 

Les entregaron avisos de violación y botaron los alimentos. Las autoridades del condado indican que la comida no es segura para el público. 

“Hoy llaman contaminación a un vendedor ambulante, cuando miramos en las calles a indigentes inyectándose heroína, fentanilo y ahí no hace nada la ciudad”, dijo Julio Monterroso, líder de vendedores en Bonnie Brae y la calle sexta. 

La respuesta oficial de la agencia local es que solo podrán vender en las banquetas con un carro aprobado por el departamento de salud pública para así garantizar que sigan las leyes estatales y la comida esté segura para comer.

La organización community power collective, que apoya a los vendedores ambulantes, informó que actualmente solo existen carros para vender frutas o tamales y la inversión puede ser de hasta $10,000. 

Aunque hagan todos los trámites, no existe un carro autorizado para los alimentos que estos trabajadores han vendido por años.

“No nos queda de otra, vamos a seguir”, dijo Perez Lopez. 

“Triste , hasta dan ganas de llorar, porque de aquí depende mi familia, mis hijos, no estoy robando, no ando vendiendo drogas, ni matando gente, simplemente me estoy ganando la vida con el sudor de mi frente”, dijo Monterroso. 

Aunque hagan todos los trámites necesarios, solo podrán calificar por un permiso para vender, que les permite pagar los impuestos, pero no vender estos alimentos en este sitio tal como lo han hecho por años. Por ahora solo suenan en ver cambios.

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