Continúa el descontento de los vendedores ambulantes del corredor salvadoreño en Pico-Union, luego de haber sido desalojados por orden de mantenimiento de la ciudad, y ahora buscan llegar a un acuerdo con la ciudad.
El martes, los vendedores, junto con organizaciones, estuvieron en pláticas con la ciudad para tratar de llegar a una moción que facilitaría la venta ambulante.
“Es el lugar donde nosotros íbamos a comprar medicina, y comida de diferentes países de latinoamérica”, dijo Jocelyn Duarte, directora ejecutiva Salef.
“En la noche, si ustedes pasan por ahí, es un desorden, un montón de cochinero, incluido cucharas muy sucias”, señaló Jonathan Muñoz, residente de Koreatown.
“Limpian cuando se van, pero durante el día, mientras están ahí, no están limpiando, y toda la gente está tirando la basura”, dijo un guardia de estacionamiento.
Pero no todos piensan igual, Suleima Isamar, trabajadora del centro comercial aledaño al corredor, asegura son muchos los beneficios que traen consigo los vendedores.
“Eso es lo que llama a la gente a venir aquí, no solo lo que vendemos nosotros, porque la gente viene a comprar sus pupusas, los mangos verdes”, señaló Isamar.
Aun así, viendo por el bien de la ciudad, el Departamento de Sanidad, junto al concejal Gil Cedillo, pusieron manos a la obra en la limpieza de la avenida Vermont, estipulando que durante el proceso, organizaciones como Salef estarán asesorando en la búsqueda de locaciones alternativas para los vendedores que estén dispuestos a recibir asistencia.
Un comunicado por la oficina del concejal Gil Cedillo dijo lo siguiente:
“Salef está consciente del apoyo del concejal en asistir en la búsqueda de locaciones alternativas, sin importar cuanto tarde el proceso, para cualquier vendedor quien esté dispuesto a recibir su asistencia”.
“Estamos asegurando nosotros como organización es de que las personas que son vendedores tengan acceso a todos los recursos que ya existen”, dijo Jocelyn Duarte, directora ejecutiva de Salef.
Mientras tanto, son decenas de vendedores los que están viviendo su primera semana de desalojo, y en espera de encontrar pronta resolución.
“Necesitamos [los vendedores] una solución rápida, porque imagínate, hay muchas personas que tienen de tres a cuatro niños, y necesitamos que nos apoye el alcalde”, agregó Vilma Varela, vendedora ambulante.