Los condados de Los Ángeles, Orange, y San Bernardino califican desde hoy para avanzar al nivel rojo en la reapertura de la economía.
Sin embargo, las restricciones actuales serán levantadas hasta que el estado administre una cierta cantidad de vacunas en las comunidades afectadas desproporcionadamente por la pandemia.
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Se espera que los tres condados más poblados del sur de California puedan reabrir nuevos sectores de la economía la próxima semana tras disminuir drásticamente la tasa de transmisión comunitaria de nuevos contagios de COVID-19.
Desde noviembre del año pasado, las mesas en el interior de un restaurante Argentino en Granada Hills han estado vacías, sin embargo, en los próximos días los clientes podrían regresar a comer en el interior con una capacidad limitada.
“Contentos porque si reabren un 25%, es muy importante para el trabajo de toda la gente, y para la gente, también pueden distraerse y salir”, dijo Arminio Arcete, empleado del restaurante.
El estado de California dio a conocer el martes que los condados de Los Ángeles, Orange y San Bernardino califican ya para avanzar al nivel rojo en la reapertura de la economía, sin embargo, tendrán que esperar hasta que el estado alcance una meta establecida de vacunación.
“El estado anticipa administrar dos millones de dosis a las personas en comunidades más afectadas al final de la semana”, destacó la asesora al oficial de salud del condado de Los Ángeles, Jaqueline Valenzuela.
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Los condados de Los Ángeles y Orange aseguran que tan pronto como el próximo miércoles podrán implementar las modificaciones del nivel rojo, si mantienen la tasa de nuevos contagios y casos positivos.
“Asegurarnos que todos los protocolos están actualizados para asegurarnos que podamos reabrir de una manera segura”, agregó Valenzuela.
Bajo el nivel rojo, los restaurantes y cines podrán reabrir al interior con una capacidad del 25%, las clases presenciales del 7-12 grado podrán reunirse, a los gimnasios de les permitirá operar al 10%, museos, zoológicos y acuarios al 25%, y las tiendas no esenciales y bibliotecas funcionarán a la mitad de su capacidad.
Los condados pueden ser más restrictivos en la reapertura que el estado. Las supervisoras del condado angelino Kathryn Barger y Janice Hahn dijeron el martes que esperan alinearse con las directrices del estado.
Sin embargo, la supervisora Sheila Kuehl afirmó que, si se permite vender comida en cines, eso quiere decir que las personas se quitaron el cubrebocas para ingerir alimentos, mientras que la directora de salud pública, Barbara Ferrer citó un estudio del CDC en 3,000 condados que sugiere que los contagios comunitarios incrementan cuando los clientes comen en interiores.
“Todas las condiciones que se deban tomar frente a los clientes para que no haya más contagios debemos hacerlo”, dijo Arcete.
La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles espera dar a conocer cualquier modificación adicional a las establecidas por el estado en el nivel rojo 48 horas antes de que se puedan reabrir los nuevos sectores de la economía para que los establecimientos tengan tiempo de prepararse.
