Decenas de personas que se dirigían a una fiesta de Halloween en el Queen Mary, pasaron un momento de terror, pero no con monstruos, sino en el autobús en que viajaban.
El incidente ocurrió el jueves, alrededor de las 8 p.m., a bordo de un autobús con destino al acuario de Long Beach para una fiesta de Halloween.
En un video grabado por un teléfono celular se logra ver a los pasajeros saltándose por las ventanillas, además se escucha los insultos contra el chofer, quien supuestamente rehusaba abrir la puerta, y provocó las llamadas al 9-11, ya que unos pasajeros creían que estaban siendo secuestrados.
“¿Qué puedes esperar cuando no te comunicas con tus pasajeros?”, dijo Lee Piatelli, una pasajera. Añadió que una vez que el conductor se había salido de la autopista, empujó a un pasajero y no había ninguna razón para hacerlo.
Varios de los que aún estaban a bordo presionaron al chofer, identificado como James Frances Lee, de 60 años de edad, para que abriera la puerta. Finalmente accedió, pero no sin antes recibir insultos por los pasajeros.
El autobús nunca llegó a su destino y terminó en la vecina ciudad de Carson.
La policía dijo que todo fue un simple error causado por trabajos de construcción en las calles.
“No era su intención secuestrar el autobús, él nada más se había perdido y estaba tratando de encontrar su camino de regreso a la ciudad”, dijo Aranza Chavarría, portavoz del Departamento de Policía de Long Beach.
Local
Piatelli, dijo que el chofer tuvo la culpa al 100 por ciento, al igual que el Queen Mary y al festival Dark Harbor por lo que sucedió.
El autobús fue contratado de una compañía privada por Queen Mary, que por su parte dijo a través de un comunicado que estaba trabajando con todos los involucrados para obtener más información de lo sucedido.
La policía dijo que el chofer no manejaba bajo la influencia de alcohol o drogas.
Uno de los pasajeros aparentemente recibió un golpe por parte del chofer, pero nadie resultó herido.
Autoridades afirmaron que el chofer fue arrestado por la presunta agresión, pero fue puesto en libertad después de pagar una fianza de 750 dólares.
