Casi 250 empleados en la planta avícola de Foster Farms en Compton se está preparando para una posible huelga después de que la empresa rechazara la última propuesta de contrato, dijeron el martes los dirigentes sindicales.
Los trabajadores, representados por el sindicato Local 630, votaron abrumadoramente contra la oferta del domingo.
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Según el sindicato, el contrato de los trabajadores con uno de los productores avícolas más grandes de la costa oeste expiró el 14 de junio de 2020, y están trabajando bajo un acuerdo de extensión que puede rescindirse con aviso de siete días por ambas partes.
El sindicato y los funcionarios de la compañía se han reunido 18 veces desde entonces, principalmente a través de Zoom pero en persona en las tres sesiones más recientes.
Oscar Ruiz, el representante sindical de la instalación de Compton, dijo a City News Service que las negociaciones continúan y que el sindicato volverá a evaluar si ir a la huelga en función de lo que suceda durante los próximos dos dias.
Ruiz dijo que el problema principal son los costos médicos. El sindicato señaló que los trabajadores de producción, saneamiento, almacén y mantenimiento, aproximadamente el 70% de los cuales son mujeres latinas y negras, votaron “casi unánimemente contra una propuesta de contrato que trasladaría miles de dólares en costos de atención médica”.
Los intentos de comunicarse con Foster Farms para obtener comentarios no tuvieron éxito de inmediato.
“Foster Farms gana miles de millones cada año; es el arduo trabajo de nuestros miembros que hacen que la familia Foster sea muy rica”, dijo Lou Villalvazo, secretario-tesorero del Local 630.
“Es indignante cómo la familia Foster está tratando a sus empleados de primera línea. Muchas de ellas son mujeres de color con familias y niños pequeños que han trabajado fielmente durante 20 o 30 años. Es también inconcebible que Foster Farms esté tratando de obligar a los trabajadores a aceptar un plan de atención médica que fácilmente podría llevar a la quiebra a sus familias. Estos son nuestros vecinos y miembros de la comunidad que vinieron a trabajar durante la pandemia para mantener los californianos alimentados”, añadió.
Leticia Rosales, empleada de 30 años en las instalaciones de Compton, dijo que los trabajadores nos hemos "puesto a nosotros mismos y a nuestros seres queridos en riesgo durante la pandemia para ayudar a Foster Farms. Al menos noventa de mis compañeros de trabajo han contraído el COVID-19, y ahora Foster Farms nos dice que debemos aceptar un plan de atención médica que haría que nuestros cheques sean menos, incluso menos de lo que es ahora. No podemos permitir esto”.
Foster Farms tiene su sede en Livingston, California, pero ha puesto instalaciones en toda la costa oeste, y algunas en la costa este. La planta de Compton está ubicada en 1805 N. Santa Fe Ave.
