Un abuelito que regaba su jardín en Long Beach murió cuando fue sorprendido a tiros desde un vehículo en movimiento la tarde del martes.
Según la familia de la víctima, el señor Raúl Corales, de 69 años, se encontraba con sus nietos en la acera regando el césped cuando paró un vehículo y fue abatido a tiros.
Corales, padre de cinco hijos y abuelo de 17 nietos, fue abatido a tiros frente a su hogar localizado entre la intersección Summit y Canal, a una cuadra de la Preparatoria Cabrillo.
“Me dejaron un gran vacío, me quitaron a un gran hombre, espero que ustedes no tengan que pasar por este dolor tan grande”, dijo Rebeca Rodríguez, hija de la víctima.
Su hija asegura que Corales, a quien sus nietos llamaban de cariño “tata”, se encontraba en la acera regando su jardín con varios de ellos, cuando fue abatido por una ráfaga de balas desde un automóvil en movimiento.
“Él no se merecía esto, toda la gente que lo conoce aquí sabe que era un gran hombre, el no merecía morir así”, agregó Rodríguez.
Según la hija de la víctima, varios de los nietos llegaron a ver a su abuelito después de la escuela cuando ocurrió la tragedia.
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“Ellos gracias a Dios alcanzaron a agacharse, pero como él nunca se metía con nadie, siguió regando y desgraciadamente le tocó”, afirmó Rodríguez.
La familia de la víctima dice que no puede entender porque don Raúl, un mecánico jubilado que cuidaba de su esposa María y que está bajo tratamiento de diálisis, fue asesinado
“Desgraciadamente le tocó estar en el momento equivocado y la hora equivocada”, dijo la hija de la víctima, Rebeca.
La policía no descarta la posibilidad de que el tiroteo esté relacionado con pandillas y continúan investigando el caso.
Según la policía, más de una docena de balas fueron disparadas por múltiples pistoleros durante el incidente. Los sospechosos huyeron en un vehículo Nissan Altima con rines negros.