Masacre en San Bernardino: sospechosos tenían 12 bombas

Sospechosos fueron identificados como Syed Rizwayn Farook y Tashfeen Malik.

SAN BERNARDINO, California - La Policía encontró doce bombas de fabricación casera en el domicilio de los dos sospechosos implicados en el tiroteo de San Bernardino, California, en el que este miércoles murieron 14 personas, informó en una rueda de prensa el jefe de la Policía de la ciudad, Jarrod Burguan.

Las autoridades elevaron a 21 el número de heridos y confirmaron que siguen investigando los motivos del ataque, sin que se haya descartado hasta el momento ninguna posibilidad.

Los funcionarios no han descartado que se trate de un atentado terrorista y lo mismo fue expresado por el presidente Barack Obama, aunque resaltó que no se conocen los motivos exactos todavía.

Burguan confirmó que ambos sospechosos dispararon entre 65 y 75 balas en el interior del centro de salud y que usaron tres tipos de armamento.

Durante el ataque, Burguan explicó, los supuestos atacantes no pudieron detonar una bomba, según tendrían planeado, ya que al parecer no funcionó un sistema de control remoto.

Dijo también que cuando fueron cercados por la policía, el vehículo en el que se conducían recibió alrededor de 380 disparos.

Burguan aclaró que ambos sospechosos no llevaban puestos chalecos antibalas, como se indicó inicialmente. Y dijo también que en la casa que habitaban los presuntos implicados, además de las bombas de fabricación casera, hallaron más de 2,000 municiones de diferente calibre.

El director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, pidió "paciencia" con el desarrollo de las indagaciones, ya que hay múltiples víctimas y muchos escenarios en los que se están recogiendo evidencias, y dijo que es "demasiado pronto" como para especular sobre la causa de la masacre.

No obstante, indicó que, si se observa el armamento con el que contaban los sospechosos, el matrimonio compuesto por Syed Farook y Tashfeen Malik, así como el plan ejecutado, resulta "obvio" que tenían una misión, pero el FBI todavía no sabe el porqué.

Por su parte, Burguan informó que una casa relacionada con los sospechosos en Redlands, una ciudad próxima a San Bernardino, forma parte del "foco de la investigación", ya que ahí han encontrado las doce bombas de fabricación casera así como herramientas que podrían usarse para su elaboración, junto a otro tipo de armamento como rifles y cartuchos.

"Estaban equipados y podían haber continuado haciendo otro ataque", añadió el responsable policial respecto a la pareja, que fue abatida en la operación de búsqueda montada por la Policía después del ataque contra el Inland Regional Center, un centro de ayuda para discapacitados donde los empleados celebraban una fiesta.

"Estamos seguros de que las dos personas implicadas en el tiroteo son los dos muertos", añadió Barguan, quien dijo no tener información como para indicar en este momento que haya "una amenaza inmediata" en la región y descartó que se esté buscando a más sospechosos.

En conferencia de prensa, un cuñado de Farook dijo no entender qué habría motivado al hombre a cometer semejante acto.

Farook era un empleado del condado, y se informó que se encontraba en la actividad, de la cual habría salido molesto, para luego regresar con la mujer y cometer la masacre.

Horas después, la policía bloqueó el paso a una camioneta negra que parecía tener varios impactos de bala, sobre una calle residencial de San Bernardino. Se intercambiaron disparos y un oficial resultó herido, pero se encontraba estable.

La policía todavía desconoce un motivo en el más reciente tiroteo masivo en el país, que ocurre cinco días después de que un hombre armado abrió fuego en una clínica de Planned Parenthood en Colorado, donde mató a tres personas.

"Venían preparados a hacer lo que hicieron, como si estuvieran en una misión", dijo el jefe de policía del condado de San Bernardino, Jarrod Burguan, quien señaló que los atacantes llevaban armas largas, es decir, fusiles o escopetas.

Los testigos dijeron que varias personas se encerraron en sus oficinas esperando aterrorizadas a que la policía las rescatara, luego de que estallaran los disparos en el Centro Regional Inland, que atiende a gente con discapacidades.

El ataque ocurrió en una zona de conferencias donde el Departamento de Salud Pública del condado San Bernardino estaba ofreciendo un banquete, afirmó Maybeth Field, presidenta y directora general del centro de servicios sociales. Agregó que el edificio alberga al menos 25 empleados, así como una biblioteca y centro de conferencias.

Los agentes del FBI y otras autoridades de las fuerzas del orden convergieron en el centro y buscaron a los tiradores.

No se recuperaron armas en el lugar, aunque las autoridades investigaban artículos no identificados al interior del edificio, e incluso requirieron de la presencia del equipo antibombas, que ya dispuso de los explosivos en la escena.

Diez de los heridos fueron hospitalizados en condición crítica, y tres de ellos estaban graves, de acuerdo al jefe de bomberos de San Bernardino, Tom Hannemann. La policía advirtió que la cifra de muertos y heridos eran estimados preliminares que podrían cambiar.

A medida que los agentes registraban la zona, tiendas, edificios de oficinas y al menos una escuela fueron cerradas. San Bernardino, a unas 60 millas al este de Los Ángeles, tiene unos 214,000 habitantes.

Se montaron unidades de emergencia fuera del lugar del incidente y se podía ver a personas trasladadas en camillas. Otras se alejaron rápidamente del edificio con las manos en alto, y fueron requisadas por la policía antes de que se les permitiera reunirse con sus familiares.

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