Un hombre que supuestamente admitió haber matado a su madre y sobrino de 6 años en su apartamento en el distrito de Westlake de Los Ángeles cuatro días antes de la Navidad de 2020 recibió el lunes la orden de ser juzgado.
El juez del Tribunal Superior Craig Richman negó la solicitud de la defensa de desestimar el caso contra David Córdoba, ahora de 27 años, acusado de asesinar a su madre de 60 años, Maria Rodas-Lemus, su sobrino, Alan Córdoba-Robles, y tratar de matar a su propio hermano.
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La madre de Córdoba murió por múltiples puñaladas y traumatismo con un objeto contundente en la cabeza, mientras que su sobrino murió de asfixia y puñaladas infligidas en o cerca del momento de su muerte.
El detective de la policía de Los Ángeles, Ryan Watterson, dijo que Córdoba posteriormente “admitió haber matado a Maria y Alan'' y creía en el momento de la entrevista que también había matado a su hermano, Erick.
Córdoba le dijo a la policía que intentó estrangular a su madre con las manos después de que terminó una llamada telefónica, la golpeó varias veces y la golpeó inconsciente, la apuñaló en el cuello, usó una patineta para golpear su cabeza y la apuñaló otras veces después de arrastrarla a un dormitorio, según el detective.
Córdoba dijo que luego caminó hacia la habitación de su hermano, golpeó a su sobrino varias veces, lo levantó y lo sujetó estrangulándolo antes de apuñalarlo, testificó el detective.
El acusado le dijo a la policía que trató de limpiar la sangre que conducía de la cocina al dormitorio de su madre y planeaba esperar a que su hermano llegara para poder matarlo, pero que su hermano fue capaz de quitarle el cuchillo, según el detective.
Córdoba le dijo a la policía que había escuchado a la mujer hablando con la mamá diciendo que no creía que ella era realmente su madre, y creía que lo iba a tener secuestrado y venderlo como esclavo sexual, dijo el detective durante el contrainterrogatorio.
El hermano del acusado testificó que él y su hermano mayor había tenido dos enfrentamientos anteriores, uno en 2017 en el que su hermano lo golpeó y otra en agosto de 2020 en la que presuntamente su hermano lo amenazó.
Él dijo que habló con su madre el día del ataque y que ella le aseguró que todo estaba bien, pero dijo que posteriormente recibió un mensaje para que "llegara rápido, papá'' y que posteriormente recibió un mensaje para volver a casa en las noches, lo que pensó que era inusual.
El hermano del acusado declaró que sintió un dolor agudo al forcejeo con su hermano, quien empezó a "apresurarme" mientras caminaba por la puerta del apartamento, y fue cuando se dio cuenta de que lo habían apuñalado por la espalda. Dijo que él llamó a gritos a su madre y que el imputado respondió que ya la había matado.
Erick Córdoba testificó que pudo huir del apartamento después de quitarle el cuchillo a su hermano. Dijo que pasó horas en el hospital antes de que su hermana le dijera que su madre y su hijo estaban “yaciendo abajo y que había sangre”.
"Estaba llorando histéricamente en el hospital", dijo, señalando que posteriormente llegaron policías para llevarlo a la comisaría. “Yo solo quería ver a mi hijo y quería ver a mi mamá”.
Reconoció que le había dicho a la policía que su hermano le había dicho en un momento que no eran hermanos, y que su hermano señaló al perro e indicó que era Erick.
"Les dije que David reacciona un poco diferente", dijo sobre su entrevista con la policía sobre el presunto ataque anterior en 2020. “Les dije que, posiblemente podría tener problemas de salud mental”.
Córdoba fue arrestado el 6 de enero de 2021 por la policía de Los Ángeles en relación con los asesinatos, y ha permanecido tras las rejas desde entonces.
David Córdoba debe regresar a una sala del tribunal del centro de Los Ángeles para la lectura de cargos el 7 de febrero.
