Familiares, amigos y bomberos de toda la región acudieron al Centro de Convenciones de Long Beach hoy para honrar la vida y el servicio del Capitán del Departamento de Bomberos, Debe Rosa, quien fue asesinado a tiros mientras respondía a un informe de una explosión en un centro para personas mayores.
Docenas de camiones de bomberos se alinearon en las calles frente al Centro de Convenciones, y una multitud de bomberos uniformados saludaron mientras el ataúd envuelto con una bandera se dirigía lentamente a la ceremonia.
Rosa, de 45 años, recibió un disparo cuando él y otros bomberos fueron al Covenant Manor, un edificio de 11 pisos en la cuadra 600 al este de la Calle Cuarta, el 25 de junio alrededor de las 4 a.m. el 25 de junio. Rosa murió en un hospital mientras que el bombero Ernesto Torres, de 35 años, y una persona que vivía en el edificio resultaron heridos pero sobrevivieron.
El sospechoso, Thomas Man Kim, de 77 años, residente del edificio, fue arrestado esa mañana y ha sido acusado de homicidio capital y otros cargos. Kim presuntamente colocó un artefacto explosivo en su departamento en un esfuerzo por matar a una vecina que vivía arriba de él y con quien había estado peleándose, según los fiscales.
A Rosa le sobreviven su esposa Lynley, sus dos hijos, Alec, de 26 años y Sam, de 15, además de sus padres, Paul y Jean Rosa y su hermana, Julia Hensley.
Rosa era un veterano con 17 años del Departamento de Bomberos de Long Beach. Su última tarea fue en la estación de bomberos 10 en el centro de Long Beach. Antes de eso, se desempeñó como capitán de entrenamiento.
El Departamento de Bomberos de Long Beach anunció que se creó un fondo para la familia de Rosa La información sobre el fondo está disponible en www.friendsoflbfire.org/police-fire-memorial.
