Durante los últimos años, más de 15 millones de personas han pagado para obtener su composición genética.
La mayoría de los clientes optan por compartir estos hallazgos para futuros estudios o para que otros usuarios, que podrían ser sus familiares lejanos, puedan encontrarlos. Eso depende del contrato que los consumidores firmen con la compañía
Los usuarios deben leer cuidadosamente este contrato antes de firmarlo que las leyes HIPPA, que garantizan la privacidad en asuntos médicos, no protegen a este tipo de actividad.
Agencias federales como el FBI o detectives de departamentos de policía pueden solicitar los resultados para resolver crímenes o delitos.
Un ejemplo de ello es el caso del asesino conocido como Golden State Killer, quien fue arrestado cuatro décadas después por el ADN recuperado en el lugar de los crímenes y la ayuda de una base de datos pública.
Sin embargo, expertos también temen que estos datos llegaran a caer en manos de piratas informáticos.
