La crisis en los puertos de Los Ángeles y Long Beach está pasando de ser un problema marítimo, a un conflicto vial, ya que los vecinos dicen no soportar más los embotellamientos justo en frente de sus casas.
Son varias las comunidades residenciales como en Wilmington que se están viendo afectadas por los cientos de camiones que llegan provenientes del puerto, y es que viven muy cerca de bodegas comerciales y terrenos pertenecientes a compañías de transporte.
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Hay nuevos vecinos, metálicos, ruidosos y pesados.
“No puede uno ni dormir ni nada. El cemento, el pavimento, ya se lo acabaron", dijo Enrique Rodríguez, vive cerca de lote de camiones.
A Rodríguez le quitan el sueño, pero a otros residentes, le roban el tiempo.
"Hay veces que tengo que llevar a mis nietos a la escuela, y no puedo salir, y les pito. Está llena la calle de camiones”, dijo Jaime Cervantes, vecino afectado por transportistas.
Y es que varias vialidades aledañas a los puertos de Los Ángeles y Long Beach, han visto el aumento radical de transporte comercial.
"Pero nosotros nomas estamos en el medio. Nosotros no más somos la compañía de camiones. Todo depende lo que dicte el puerto", dijo Francisco Arrierán, dueño de transportes UCTI.
Apenas la semana pasada la Administración Biden, junto con las autoridades portuarias acordaron comenzar a operar las 24 horas del día los puertos y así aliviar la congestión de embarcaciones.
"El cambio de los barcos, y nosotros somos los que nos quedamos con las cajas y no hay campo", agregó Arrierán.
El dueño de la bodega le comentó a Telemundo 52 que tienen más de 100 contenedores y enormes camiones, y a fuerza tienen que pasar por esa calle afectando a decenas de vecinos.
“Esto es inaceptable y [las autoridades] necesitan venir y monitorear lo que está pasando”, dijo Danielle Sandoval, candidata al concilio del Los Ángeles Distrito 15.
Urgen que las autoridades vigilen más de cerca el tránsito de carga pesada y los lotes donde almacenan.
"Nos bloquean desde la esquina hasta mi casa", dijo un Rodríguez.
Pero Francisco Arrierán, pidió paciencia, ya que sus conductores también están lidiando con multas, y regaños de los residentes.
"El Puerto nos dice 'no los vamos a recibir ahora', y una semana después nos quedamos con los contenedores y no hallamos ni dónde meterlos", señaló Arrierán.
Arrierán está en pláticas con la ciudad para que le faciliten un lote con mayor espacio.
"Cada día está peor. Más rápido y más rápido, parece la autopista 710”, dijo el residente Enrique.
Por su parte el portavoz del puerto angelino informó que habrá más patrullaje en las calles para evitar estacionamientos ilegales y más problemas con los vecinos.
