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Reportan brote de tosferina en condado de Los Ángeles

Los afectados son jóvenes de entre 11 y 18 años, especialmente en el Valle de San Fernando.

Funcionarios de salud están monitoreando grupos de casos altamente contagiosos de tos ferina en adolescentes en todo el Condado de Los Ángeles, incluso en una escuela privada en el Valle de San Fernando. 

Según el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (DPH), el número total de casos no ha aumentado en los últimos cinco años, pero tres grupos de casos entre niños de 11 a 18 años que comparten aulas y viajes compartidos indujeron al DPH a emitir un informe de salud alerta a los pediatras y otros proveedores de atención médica la semana pasada. 

La escuela Harvard-Westlake ha tenido 30 casos desde noviembre y recientemente envió un aviso a los padres sobre el brote, según The Hollywood Reporter. 

El concejo de la ciudad de Los Ángeles removerá todas las alfombras de los edificios de la alcaldía, luego de que una empleada fuera diagnosticada con tifus.

La agencia de salud pública dijo que había tres grupos en diferentes áreas del condado, con una media de 17 casos por grupo, pero no especificó las ubicaciones. 

De acuerdo con un portavoz de la escuela, el funcionario de salud de la comunidad de Harvard-Westlake ha estado coordinando directamente con el Departamento de Salud Pública y esa agencia confía en los pasos que se están tomando para prevenir la propagación de la enfermedad. 

“Hemos ido más allá”, dijo el portavoz Ari Engelberg a City News Service. “Hemos estado haciendo todo lo que podemos... estamos tan molestos y preocupados por la tos ferina de nuestros niños como cualquier otra persona”. 

Una funcionaria de la alcaldía de Los Ángeles resultó contagiada de tifus.

Esas medidas adicionales incluyen enviar a los estudiantes a casa cuando presenten cualquier síntoma de la enfermedad (que puede parecerse a la gripe) y pedirles a los padres que examinen a sus hijos para detectar la tos ferina antes de permitirles regresar a la escuela. 

La enfermedad, también conocida como tos ferina, recibe su nombre de una tos distintiva que suena como un silbido, pero puede presentarse como una infección respiratoria común en quienes han sido vacunados. Y mientras que la vacunación es la mejor defensa, la inmunidad se desvanece en cinco a 10 años después de la última dosis de vacuna. 

Los funcionarios de salud pública han aconsejado a los proveedores de atención médica que consideren la tos ferina en cualquier persona que tenga tos persistente y que denuncien los casos sospechosos en un día sin esperar la confirmación del laboratorio. 

Los niños de edad escolar pueden llega a padecer hasta seis gripes por años, y esto no incluye enfermedades contagiosas.

Al ser consultado sobre las políticas de vacunación, Engelberg dijo que solo 18 de los aproximadamente 1,600 estudiantes de Harvard-Westlake tienen exenciones médicas que les permiten optar por no recibir las vacunas. Ninguno de esos niños ha contraído tos ferina, dijo. 

Las creencias personales y las exenciones religiosas fueron eliminadas en virtud de una ley estatal aprobada en 2015. Algunos estudiantes de la escuela superior están eximidos de exenciones anteriores, dijo Engelberg. 

La enfermedad se puede tratar con antibióticos y el contagio generalmente termina cinco días después de comenzar el tratamiento con antibióticos. 

Según el DPH, es particularmente peligroso e incluso mortal para los bebés, que terminan en el hospital aproximadamente el 50 por ciento del tiempo después de contraer la enfermedad.

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