Tener un cuerpo voluptuoso se ha convertido en una obsesión para muchas mujeres y el aumento de glúteos es el procedimiento más buscado para lograr esa anhelada imagen estética.
Actualmente, solo hay dos maneras legales y eficaces para hacerlo: por medio de implantes o con transferencias de grasa.
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Sin embargo, cada vez más víctimas están recurriendo a un tratamiento considerado ilegal ya que no está aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) : inyecciones de rellenos dérmicos.
Hay quienes han llegado hasta morir por esta tendencia.
“[En] esta área hay muchas arterias y muchas venas y si el procedimiento no se ha hecho correctamente, [la persona] puede morir”, explica el Dr. Pat Pazmiño, cirujano plástico certificado.
PRÁCTICAS ILEGALES QUE HAN RESULTADO MORTALES
En el sur de California, estas prácticas ilegales han cobrado varias vidas.
“La primera muerte por estas inyecciones de glúteos que conocemos fue en 2010 y luego otra en Long Beach en 2012, y otra en 2019”, señala el detective Robert Dinlocker, del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
Libby Adame, apodada “la tia”, y su hija Alicia Galaz, residentes de Riverside, fueron acusadas de supuestamente inyectar una mezcla de silicona líquida sin licencia médica a la más reciente víctima una joven de 26 años aspirante a modelo de peliculas para adultos, que alardeo en sus redes sociales de lo que luego le costaría la vida.
También hay muchas personas con secuelas que, aparentemente, cayeron en manos de ellas pero que tienen vergüenza y miedo de relatar su historia. Algunas confesaron haber pagado hasta $12,000 para tratar de obtener glúteos firmes y redondos.
“Me sorprendió que hemos logrado alrededor de 75 llamadas de víctimas potenciales con efectos secundarios que han reportado sus lesiones”, dijo Dinlocker, refiriéndose a los reportes de casos que surgieron tras el arresto de Adame y Galaz.
EFECTOS SECUNDARIOS DE ESTE PROCEDIMIENTO
Las inyecciones para el aumento de glúteos tienen riesgos y son extremadamente perjudiciales si contienen silicona, reiteran los médicos.
“No existe un químico que podamos inyectar seguramente”, dijo Pazmiño. “Cuando le ofrecen un químico deben entender que eso es ilegal aquí, en Estados Unidos y super peligroso”.
De acuerdo con Pazmiño, los pacientes pueden desarrollar bolas duras en el área afectada. Incluso pueden morir si el químico entra a las venas ya que puede viajar al corazón y los pulmones.
Algunas víctimas de estas inyecciones de silicona en manos inexpertas han terminado pagando más del doble, unos $27,000, para remover la sustancia.
Adame y Galaz deberán presentarse en corte el 8 de diciembre. Mientras tanto, las posibles víctimas de estas personas pueden contactar a la División de Homicidios del LAPD en el Valle de San Fernando, por el 818-374-9500.
También pueden contactar a las autoridades en forma anónima a través de Crime Stoppers o al número 1-800-222-TIPS (800-222-8477).
