Las autoridades arrestaron el jueves a ocho acusados nombrados en una acusación formal ante un gran jurado federal alegando su participación en una organización de tráfico de droga que operaba en los condados de Los Ángeles y Riverside, y distribuyó grandes cantidades de metanfetamina, heroína, fentanilo y otros narcóticos en los Estados Unidos.
Esos ocho y nueve más que aún son buscados por las autoridades están acusados en la acusación formal de 20 cargos que describe una investigación de 18 meses que dio lugar a múltiples incautaciones de narcóticos, armas de fuego y $ 1.5 millones en ingresos por las drogas, según la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos.
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La acusación alega que la red de narcotráfico estaba encabezada por Rigoberto Sánchez Martínez, 36, de Perris, quien obtuvo cantidades al por mayor de narcóticos, supervisó su almacenamiento y coordinó la distribución de las drogas a ubicaciones que incluían los estados de Washington y Nueva York. Martínez fue uno de los ocho acusados arrestados el jueves.
La primera gran incautación en la investigación, según la acusación formal, fue el 25 de mayo de 2018, cuando las autoridades recuperaron alrededor de 120 libras de metanfetamina, casi 2.2 libras de cocaína y más de 55 libras de marihuana de un escondite cerca de la preparatoria Whittier que supuestamente fue mantenida por los imputados Rogelio Barajas, de 39 años, quien se encuentra prófugo, e Irene Equigua, de 40, quien fue arrestada el jueves.
Algunos de los narcóticos presuntamente incautados por los investigadores se almacenaron en neveras portátiles que habían sido enterradas en el patio trasero de la residencia.
El mismo día en que las fuerzas del orden se incautaron de narcóticos en Whittier, Martínez supuestamente llamó al operador de otra casa de seguridad e instruyó que tomara los narcóticos y las ganancias de las drogas y “los envolviera y cubriera con artículos como Vicks VapoRub, café, pimienta y jabón en polvo, caven un hoyo profundo, y enterrar la droga en el suelo” según la acusación presentada en el Tribunal federal de Ángeles.
Durante el año siguiente, los investigadores realizaron varias otras incautaciones, incluidos alrededor de $240,000 en efectivo y numerosas armas de fuego incautadas de un envío de droga que regresaba de un viaje a Washington; $1,041,970 en efectivo recuperado de una residencia en Long Beach; y $118,800 en efectivo incautado a un mensajero de drogas que había viajado desde Nueva York con la intención de comprar 11 libras de cocaína de Martínez, alega la acusación.
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Las autoridades realizaron incautaciones adicionales de estupefacientes que la acusación enlaza directamente con Martínez. El 28 de mayo de 2019, las autoridades incautaron 6.8 libras de metanfetamina, casi 46 libras de cocaína, casi 22 libras de fentanilo y casi 20 libras de heroína de una instalación de almacenamiento en Fontana, según la acusación.
Y, el 13 de septiembre de 2019, en otro escondite que Martínez tenía alquilado en Whittier, las fuerzas del orden incautaron más de 28 libras de metanfetamina y alrededor de $31,000 en efectivo, alegan los fiscales.
Los 17 acusados nombrados en la acusación están acusados en varios cuenta en la acusación. Cada acusado está acusado en el cargo uno, que alega una conspiración para distribuir y poseer con la intención de distribuir sustancias controladas. Ese cargo de conspiración de narcóticos conlleva un mínimo obligatorio de 10 años en prisión federal y una posible sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional.
