Con las reuniones de fin de semana festivo por delante, acompañadas de una ola de calor que mantendrá a muchas personas en lugares cerrados, el director de salud pública del condado de Los Ángeles volvió a pedir precaución contra la propagación de COVID-19 este viernes, a pesar de la caída de las tasas de transmisión local.
El jueves, el condado entró al nivel “bajo” de contagios, según los parámetros de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU. Como resultado de la caída de la tasa de infección y el continuo ritmo más lento de nuevas admisiones hospitalarias relacionadas con el virus.
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“Mientras todos esperamos celebrar el Día del Trabajo y expresar nuestro profundo agradecimiento a las muchas personas que trabajan arduamente en todo nuestro condado, enfrentamos los desafíos este fin de semana festivo de la circulación continua del COVID-19, más el fuerte calor en la mayoría de las regiones del condado de Los Ángeles”, dijo la directora de salud pública Barbara Ferrer en un comunicado.
“Con el calor extremo, tendrá sentido que muchos trasladen las reuniones a sitios cerrados. Cuando lo haga, maximice la ventilación abriendo ventanas y puertas, usando filtros de aire y configurando los sistemas HVAC para maximizar el intercambio de aire fresco. También es recomendable usar un tapabocas si se reúne con personas cuyo estado de COVID-19 se desconoce”.
El CDC movió al condado de Los Ángeles a la categoría "baja" cuando la tasa promedio de nuevas infecciones de COVID-19 cayeron por debajo del umbral de 200 por cada 100,000 residentes. La tasa oficial de infección hasta el jueves era de unos 193 casos nuevos por cada 100,000 habitantes.
El número de hospitalizaciones del condado también se mantuvo bajo, con la tasa diaria promedio de nuevas admisiones relacionadas con el virus estimada en 9 por cada 100,000 residentes, por debajo del umbral de los CDC de 10 por cada 100,000 residentes.
Esas estadísticas fueron lo suficientemente buenas como para sacar al condado de la categoría de actividad “media''. La medida no tiene ningún efecto práctico para los residentes, ya que no provocará ningún cambio en los protocolos de salud pública, ya que la mayoría de las restricciones ya se han levantado.
“Pasar al nivel comunitario bajo refleja un estrés mínimo en el sistema de atención hospitalaria en el condado de Los Ángeles asociado con COVID-19”, dijo Ferrer durante una sesión informativa en línea el jueves.
“Sin embargo, la transmisión viral con una tasa de casos apenas por debajo de 200 sigue siendo alta, ya que representa alrededor de 2,600 casos nuevos por día. Nuestra esperanza es que podamos continuar reduciendo la transmisión para que alcancemos una tasa de casos semanales de menos de 100, lo que reduciría esa cantidad diaria de casos nuevos a 1,400”, agregó.
Ferrer también ha señalado que el número oficial de nuevos casos notificados cada día es un recuento insuficiente de la actividad real del virus en el condado, ya que muchas personas dependen de las pruebas caseras, cuyos resultados no se informan al condado.
El condado reportó otros 2,705 casos nuevos el viernes, elevando el total acumulado de toda la pandemia a 3,413,783. Se informaron otras 16 muertes relacionadas con el virus, lo que le da al condado un número total de muertes de 33,187.
La tasa diaria promedio de personas que dieron positivo por el virus fue 7,8% a partir del viernes.
Según cifras estatales, había 788 pacientes con COVID-19 positivo en los hospitales del condado hasta el viernes, frente a los 760 del jueves. De esos pacientes, 91 estaban siendo tratados en cuidados intensivos, un poco más que los 90 del día anterior.
Ferrer dijo esta semana que las cifras de hospitalizaciones podrían ser ligeramente menor debido a una falla en el sistema de informes de datos que usan los hospitales para compartir los números de pacientes de COVID-19 con el estado.
Los funcionarios de salud han dicho que aproximadamente el 43% de los hospitales con COVID-19 positivo los pacientes en realidad fueron admitidos por enfermedades relacionadas con el virus, mientras que los otros fueron admitidos por otros motivos, y algunos solo se enteraron de que estaban infectados cuando se les hizo la prueba en el hospital.
Además de instar a la precaución contra la propagación del virus durante el Día del Trabajo, Ferrer también pidió el viernes a las personas que se protejan del calor.
“Dado el calor que estamos experimentando, les pedimos a todos que hagan su parte para cuidar a los más vulnerables al controlar a sus amigos, familiares y vecinos”, dijo en un comunicado.
“Los adultos mayores, los bebés y las personas con problemas de salud subyacentes son especialmente vulnerables al estrés por calor. Nunca deje niños, mascotas o personas mayores en automóviles estacionados, ni siquiera por unos minutos. Asegúrese de beber mucha agua y busque atención médica para usted o cualquier persona que experimente síntomas de enfermedades relacionadas con el calor”.
“Habrá centros de enfriamiento abiertos en todo el condado, y muchos ya están abiertos. Pasar unas horas en un ambiente fresco puede salvar vidas cuando las temperaturas son altas. Mientras nos divertimos conectándonos con familiares y amigos, estos pasos, junto con otras medidas, pueden hacer que nuestras celebraciones sean más seguras contra el COVID y el calor extremo”.
