El condado de Los Ángeles pedirá este jueves a un juez que imponga sanciones contra una iglesia de Sun Valley que, según los funcionarios de salud del condado, ha violado repetidamente las órdenes judiciales y de salud pública necesarias para frenar la propagación del COVID-19.
Funcionarios del condado dijeron que Grace Community Church ha continuado ofreciendo grandes servicios dentro de su local, aumentando drásticamente el potencial de transmisión de COVID-19, a pesar de que la mayoría de los residentes, empresas e instituciones están siguiendo las órdenes de salud y muchas organizaciones religiosas han trasladado voluntariamente sus servicios al exterior.
El sábado, la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito dictaminó que la iglesia debe dejar de realizar servicios dentro de su local, pero la iglesia lo hizo de todos modos el domingo.
Funcionarios de salud continúan ofreciendo compartir con la iglesia la conciencia educativa y la orientación práctica para realizar servicios al aire libre de manera que se priorice la salud de su congregación y de la comunidad en general, según un comunicado del condado. Los funcionarios no indicaron si las sanciones que buscaban eran de naturaleza financiera.
Una audiencia está programada para este jueves en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles.
Jenna Ellis, abogada de la Sociedad Thomas More, que representa a la iglesia, emitió un comunicado en el que ataca la última medida del condado como otro asalto a la libertad religiosa.
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“La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles ha decidido continuar su ataque inconstitucional contra el pastor John MacArthur y Grace Community Church'', dijo Ellis.
“Ahora le están pidiendo al tribunal que desprecie a la iglesia por simplemente estar abierta al culto el domingo pasado. El pastor MacArthur se mantiene firme en que la iglesia es esencial y no tiene planes de ceder ante esta junta tiránica, que claramente desafía el mandato de la constitución de proteger la libertad religiosa”.
El fallo de la corte de apelaciones del sábado detuvo temporalmente los servicios dentro de su local y fijó una audiencia el 4 de septiembre para los argumentos completos de ambas partes en el caso.
Al emitir la suspensión temporal, el tribunal dijo que el caso involucra “cuestiones legales difíciles” que no pudieron resolverse a tiempo para los servicios del domingo, por lo que los jueces optaron por dejar la prohibición vigente hasta la audiencia del 4 de septiembre.
Funcionarios locales elogiaron ese fallo.
“El condado de Los Ángeles se complace de que la Corte de Apelaciones de California reconozca la importancia vital de nuestras Órdenes de Funcionarios de Salud para proteger la vida y la salud de nuestros residentes mientras trabajamos para frenar la propagación del virus mortal COVID-19'', según una declaración emitida el sábado por las autoridades del condado.
“Continuaremos trabajando en estrecha colaboración con todas las instituciones religiosas, incluida Grace Community Church, para asegurarnos de que sus feligreses estén protegidos y se les proporcione información precisa sobre cómo adorar de manera segura durante esta fase de la pandemia”.
El viernes, el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, James Chalfant, había negado casi todas las razones del condado de Los Ángeles para solicitar una orden de restricción temporal contra la iglesia. Estuvo de acuerdo en que es responsabilidad del condado mostrar “por qué se les debería permitir infringir los derechos protegidos constitucionalmente de las iglesias para ejercer libremente la religión”.
Chalfant dictaminó que la megaiglesia de Sun Valley podría realizar servicios dentro de su local si los asistentes usan máscaras y se mantienen separados por al menos seis pies. Ese fallo condujo a la apelación del condado y al fallo de apelación del sábado.
Los funcionarios de la iglesia y el condado se habían enfrentando al presentar previamente demandas debido a las órdenes de salud que prohibían que las casas de culto realizaran servicios dentro de su local durante la crisis del coronavirus.
MacArthur presentó una denuncia contra el gobernador Gavin Newsom, el fiscal general Xavier Becerra, el alcalde Eric Garcetti y los funcionarios de salud del condado, alegando que han mostrado favoritismo inconstitucional en la aplicación de las regulaciones sobre el coronavirus, en detrimento de las iglesias.
Grace Community Church cerró sus puertas a mediados de marzo. Después de intentar sin éxito negociar con el condado, las puertas se volvieron a abrir en julio. La iglesia dijo que cerca de 7,000 personas asisten a los servicios allí.
Las órdenes de salud estatales y del condado actualmente solo permiten que las iglesias realicen servicios al aire libre pero todos los fieles deben usar máscaras y mantener una distancia física segura.
