Los funcionarios de salud estatales invirtieron el rumbo este miércoles y permitieron que los parques infantiles al aire libre reabrieran, a pesar de estar inicialmente cerrados bajo las restricciones de COVID-19, pero la orden de salud local del condado de Los Ángeles aún los mantiene fuera de esos límites.
Los funcionarios del condado no pudieron ser contactados de inmediato para comentar si la restricción local cambiaría de acuerdo con el estado.
Los condados individuales pueden promulgar regulaciones de salud más estrictas que las del estado.
El condado de Los Ángeles ordenó el cierre de los patios de recreo interiores y exteriores a fines de noviembre, en respuesta a un aumento local de COVID-19 que hizo que el condado superara un promedio de cinco días de 4.500 nuevos casos diarios de coronavirus.
La orden regional de permanencia en casa del estado, que entró en vigor el domingo por la noche en todo el sur de California, también ordenó el cierre. Pero ante la presión de los padres y legisladores, el estado cambió de rumbo.
Según el sitio web del estado, “los parques infantiles pueden permanecer abiertos para facilitar la salud y el bienestar personal físicamente distanciado a través del ejercicio al aire libre. Los parques infantiles ubicados en las escuelas que permanecen abiertos para la instrucción en persona, y no accesibles para el público en general, pueden permanecer abiertos y deben seguir las pautas de las escuelas y los programas escolares”.
Local
La asambleísta Lorena González, demócrata por San Diego, encabezó un grupo de una docena de legisladores que enviaron una carta al gobernador Gavin Newsom la semana pasada instándolo a eliminar los parques infantiles de la orden de quedarse en casa.
Afirmaron que abrir áreas de juego “es necesario para que la salud mental y física de los niños tenga oportunidades de gastar su energía física y jugar ''. También señalaron que en algunos vecindarios de bajos ingresos, “las familias pueden tener poco o ningún espacio al aire libre propios disponibles”.
