Una mujer firmó un contrato para instalar paneles solares en su casa con la ilusión de que iba a ahorrar más dinero, pero lo que vio fue un aumento drástico en su factura.
Virginia Ramírez aseguró que se comprometió a arrendar los paneles solares durante 20 años porque le dijeron que prácticamente se pagarían solos, pero nunca hubo un ahorro en su consumo eléctrico.
Ramírez dijo que en el 2016 escuchó que el costo de la luz iba a subir, y fue cuando decidió aceptar una oferta con la compañía Sunpower para instalar los paneles solares en su residencia.
“[Representante de Sunpower] dijo que iba a pagar cierta cantidad junto con la factura de la luz, y que me iba a horrar bastante”, dijo Ramírez.
La señora Ramírez aceptó el contrato de arrendamiento, en que se comprometió a arrendar los paneles solares, durante 20 años, por un total de $49,959.84.
Ella insiste en que le explicaron que al paso del tiempo, esto resultaría en un ahorro de alrededor de 45 mil dólares, creyó que empezaría a notar la diferencia en su cuenta, pero no fue así.
“En cuanto pusieron los paneles solares, la primera factura le llegó de 300 dólares”, señaló Ramírez.
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Aparte de los 300 dólares, también estaba el cobro de los paneles de $160.93. Y el aumento en su cuenta del Departamento de Agua y Electricidad fue exageradamente alto, según afirmó la señora Ramírez.
Al ver la cuenta, Ramírez pidió cancelar el contrato, pero le fue imposible y fue cuando llamó a Telemundo 52 Responde.
El equipo de Telemundo 52 Responde se puso en contacto con Sunpower, compañía que se responsabilizó por el trato que hizo con la subsidiaria, y tras evaluar todos los documentos de la clienta, e investigar el problema, la compañía se comprometió a corregir la situación.
Sunpower le llamó a Ramírez y le explicaron que había muchas irregularidades, por lo que iban a quitar los paneles, regresarle el dinero, un reembolso de $3,900, y arreglarle el techo.
La compañía también le aseguró que cancelarían el contrato, poniendo fin a la deuda que casi 50 mil dólares.
Cabe mencionar que la señora Ramírez dijo que nunca tuvo en sus manos un contrato en español, aunque le dijeron que se lo enviaran después.
Un consejo muy importante es que nunca firme ningún acuerdo hasta haberlo leído y entendido muy bien.
