Coronavirus

Padre de familia asegura que fue un milagro su recuperación de COVID-19

Frágil y postrado a una silla de ruedas, Ramón Zuñiga salió del hospital el Domingo de Pascua tras permanecer internado 28 días en la unidad de cuidados intensivos.

Telemundo

Un sobreviviente de coronavirus que estuvo conectado a un respirador artificial por 20 días y en estado de coma inducido, relató su odisea a Telemundo 52.

El padre de familia hispano finalmente regresó a su hogar el Domingo de Pascua, y que asegura estár vivo de puro milagro.

Los expertos aseguran que casi la mitad de los pacientes infectados con el COVID-19 que son conectados a un respirador no sobreviven,  y expertos de un centro médico en Torrance aseguran que la recuperación depende del período de hospitalización,  que en este caso fue casi de un mes. 

Los médicos y las enfermeras despidieron a Ramón Zuñiga como si fuera un héroe, mientras su esposa y dos hijos lo esperaban con lágrimas a la salida del centro médico “Providence Little Company of Mary” en Torrance.

“Cuándo desperate, porque estuve bajo coma más de 20 días, perdí el uso de mis manos”, dijo Zuñiga, quien sobrevivió el COVID-19.

Frágil y postrado a una silla de ruedas, Zuñiga salió del hospital el Domingo de Pascua tras permanecer internado 28 días en la unidad de cuidados intensivos, 20 de ellos conectado a un respirador.

“Sentí que estaba perdiendo, y fue cuando le pedí a Cristo y a Dios que por favor me ayudara”, contó Zuñiga.

Zuñiga aseguró que cuatro días después de ser hospitalizado por el virus, terminó inconsciente. “Fue cuando me fui a dormir y ya no me desperté”, dijo Zuñiga.

Zuñiga relató que fue en un evento laboral donde contrajo el coronavirus, cuatro días después, su esposa lo llevó al hospital.

“Empecé con temperature, dificultad respirando, y tosiendo un poco”, señaló Zuñiga.

A dos días de ser internado, Zuñiga fue aislado y conectado a un respirador.
 
“En ese momento se me fue el mundo, yo y mis hijos nos pusimos a llorar”, relató María Zuñiga, esposa de sobreviviente de COVID-19.

Dos semanas después los médicos consideraban la difícil decisión de retirar a Zuñiga del respirador cuando ocurrió lo inesperado.
 
“Cuándo desperté, lo primero que se me vino a la mente fue mi familia, tenía mucho miedo”, dijo Zuñiga.

Zuñiga tenía miedo de que su esposa y dos hijos también se hubieran contagiado, pero no fue así, Zuñiga, a sus 50 años, aseguró que siempre fue saludable. Sin embargo, despertó  del estado de coma inducido con 60 libras menos de peso, sin poder caminar o hablar.

“Tengo una tremenda fe y fortaleza de salir adelante”, afirmó.

Zuñiga ahora enfrentará un largo proceso de recuperación en casa, y aunque en el hospital lo despidieron con aplausos, los héroes, dijo la familia

“[Quiero] darle muchas gracias a los médicos, enfermeras, como dijo mi esposo, la compasión”, dijo la esposa de Zuñiga.

Zuñiga ya comenzó un tratamiento de terapia física que durará meses para poder recuperar la movilidad de su cuerpo, su esperanza dijo, es poder regresar a trabajar algún día.

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