Orgullo por actuación de YOLA en el Super Bowl

La orquesta juvenil de Los Ángeles se presentó en la máxima fiesta del deporte en Estados Unidos y su regreso a Los Ángeles se marcó con una gran fiesta. Aquí los detalles.

LOS ÁNGELES (California) - Los chicos de la Orquesta Juvenil de Los Ángeles (YOLA) estaban radiantes y tremendamente felices tras actuar en el descanso del Super Bowl, la final de la Liga de Fútbol Americano (NFL).

Quién podía imaginar que este grupo de jóvenes, muchos de origen latino y de familias humildes, podría formar parte de uno de los espectáculos más importantes del mundo, pero lo cierto es que ayer la orquesta YOLA, dirigida por el venezolano Gustavo Dudamel, compartió escenario con estrellas como Coldplay, Beyoncé o Bruno Mars en una actuación que vieron más de 111 millones de personas.

Inspirada en el programa venezolano "El Sistema" y con la colaboración y el patrocinio de la Filarmónica de Los Ángeles, YOLA apuesta por la música como vía de superación y desarrollo de unos chavales que hoy fueron recibidos y homenajeados en el Walt Disney Concert Hall por sus familias y las autoridades de la orquesta de la ciudad.

Desde media tarde, padres y hermanos de los artistas esperaban impacientes su llegada con flores, globos, carteles, fotografías familiares, partituras y hasta dibujos hechos para la ocasión.

Reina, de ascendencia mexicana y la madre de la violonchelista María, se mostró orgullosa y dijo a Efe que no es "una fanática de la NFL", pero aseguró que anoche no se perdió "ni un pedacito" del partido para disfrutar de la actuación de su hija.

"A pesar de que somos de origen latino y que vivimos en unas áreas que a todos espantan, ella ha salido adelante", afirmó Reina, quien señaló que su ejemplo puede servir para inspirar a otros chicos de barrios en los que hay "pandillas y droga".

Con un cartel en la mano en honor a su hijo, el violinista Marc, Ofelia expresó a Efe que "quería llorar" cuando le vio actuando y aseguró que fue "una experiencia inolvidable, quizá única en la vida".

Explicó que Marc es un chico tímido, muy callado, pero que sobre el escenario le vio "muy sonriente", tal vez porque el joven es un gran fan de Coldplay.

"¿Pero cuándo llegan?", preguntaban ansiosos, al ver que se retrasaba el autobús, algunos del centenar de personas que se juntaron hoy, pero un padre llamó a la calma: estaba rastreando el móvil de su hija por GPS y ya no faltaba mucho.

Tras casi una hora de espera, con el sol ya tibio del atardecer dorando las placas metálicas más altas del Walt Disney Concert Hall, llegó por fin el autobús del que bajaron, jaleados como auténticas estrellas, los jóvenes músicos vestidos todos con chaquetas rojas y azul celeste.

Con gritos, aplausos y hurras por la orquesta YOLA, los familiares formaron un pasillo por el que desfilaron los músicos entre abrazos, besos y enormes lágrimas como las de la joven Teresa, que no paraba de llorar mientras sonreía de pura emoción.

Con 18 años y de origen mexicano, Emmanuel contó a Efe que él entró en la orquesta cuando tenía 10 años y que lo hizo "llorando", porque no quería y era "muy penoso" tocando el violín.

Pero hoy sus sentimientos son muy diferentes: "La orquesta YOLA es una comunidad en la que cada cual se siente bien y que tiene su propia cultura. Es como otra familia en la que sabes que tienes el respaldo de todos".

Afirmó que sintió nervios cuando estaba en los pasillos antes de salir ayer al Levi's Stadium de Santa Ana, pero se dijo a sí mismo que tocaría por su familia, sus amigos y todos los que le apoyaron a llegar hasta ahí por lo que luego disfrutó del momento "hasta casi llorar".

Todavía con los ojos brillantes y sin creérselo del todo, la violinista Iza, de familia guatemalteca y que entrecruza con maestría el inglés y el español a la hora de hablar, relató a Efe lo que les dijo el cantante de Coldplay, Chris Martin.

"'Ustedes son parte de nuestra banda. Ahora somos una familia y ustedes están con nosotros', nos dijo. Y eso me emocionó", recordaba Iza.
Afirmó además que sobre el escenario sintió que fue una experiencia "muy auténtica y nada falsa" y subrayó que ya nunca dejará la música: "Ya es parte de lo que soy y me define".

En una breve intervención frente a los asistentes, el director Gustavo Dudamel, que recibió constantes agradecimientos por parte de familiares e hijos, afirmó que "es difícil poner palabras" para definir lo que vivieron anoche, que fue un concierto "histórico" y que honró a la música como "un lenguaje universal"

"Cada vez que tocáis, no sólo en la Super Bowl sino también en vuestras escuelas o vuestras comunidades, estáis cambiando al mundo porque vosotros mismos cambiasteis a través de la música", dijo Dudamel, quien instó a los jóvenes a seguir por el mismo camino.
 

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