Los vendedores ambulantes en la ciudad de Long Beach estarán sujetos a nuevos reglamentos ya que el Concejo Municipal aprobó preliminarmente nuevas medidas.
Según la nueva ley de la ciudad, los vendedores tendrán que seguir reglas tales como vender en áreas asignadas, además de contar con un permiso de la ciudad, un permiso de salubridad y la visita de un inspector de la ciudad
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Para Alberto Rodriguez, un vendedor ambulante, estas medidas podrían afectar su puesto de dulces, “si te ponen en un sitio donde pasa la gente está bien, pero si te ponen donde no va a pasar gente, pues sí nos afectaría”.
Por su parte, María Cuellar dijo que, “para apegarnos a los requisitos de la ciudad tendríamos que dar más caros nuestros productos y eso nos afectaría”.
Los permisos de la ciudad podrían tener un costo de $300, el de inspección de $250 y el permiso de salubridad podría ser de $300 en promedio. Para los puestos de comida y de fruta picada los costos de dichos permisos podrían variar de acuerdo con lo que se acordó en la junta del Concejo.
Se espera que el Concejo Municipal realice una votación más el próximo 23 de enero antes de enviarla al escritorio del alcalde.
