Autoridades identificaron al niño de 12 años que fue asesinado en un tiroteo, en el que resultaron heridas una mujer y una niña de 9 años, esta fue alcanzada por una bala perdida en la escuela elemental Wilmington.
Alexander Alvarado, quien vivía en Wilmington y cumpliría 13 años este 23 de diciembre, murió en el hospital, de acuerdo con la oficina forense del condado de Los Ángeles.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
De acuerdo con la policía, el niño y la mujer de 30 años estaban sentados dentro de una camioneta Dodge Durango, cuando fueron abordados por un grupo de personas y una de ellas abrió fuego por razones desconocidas.
La policía no dijo cuál era la relación entre la mujer y el niño.
Además de alcanzar a la mujer y al niño en la camioneta, una bala perdida también alcanzó a una niña de 9 años que estaba jugando en el patio de recreo de la Escuela Primaria Wilmington Park.
Según el Daily Breeze, el director de la escuela envió un mensaje a los padres el lunes por la noche diciendo que la niña era una estudiante de cuarto grado que participaba en un programa después de la escuela cuando resultó herida.
La mujer en la camioneta logró conducir una corta distancia tras el tiroteo, deteniéndose en la Avenida North Eubank cerca de la Calle East Anaheim, donde ella y el niño fueron encontrados más tarde por las autoridades, dijo la policía.
El niño fue llevado a un hospital, donde murió a causa de sus heridas. La mujer y la niña de 9 años fueron trasladadas a un hospital, atendidas por sus heridas y registradas en condición estable.
“La violencia armada ha destruido demasiadas vidas en este país y esta noche ha aterrorizado a otra comunidad'', dijo la supervisora del condado de Los Ángeles, Janice Hahn, cuyo distrito incluye Wilmington.
“Rezo por la familia de este niño y por la recuperación de la niña y la joven”.
El concejal de la ciudad de Los Ángeles, Joe Buscaino, (quien representa a Wilmington y se está lanzando como alcalde) dijo:
“Nuestros parques y áreas de juego deben ser refugios seguros para las familias y hoy se han convertido en la peor pesadilla de los padres. Nadie debería ser víctima de violencia, especialmente los niños. Los Ángeles debe convertirse en una ciudad mejor equipada para proteger a los más vulnerables y una ciudad mejor equipada para exigir cuentas a quienes cometan actos tan atroces”.
Las clases continuaban como de costumbre en la Escuela Primaria Wilmington Park Elementary el martes, pero en su mensaje del lunes por la noche a los padres, el director Luis Rivera dijo que se tomarían medidas de seguridad adicionales y que los consejeros estarían disponibles para los estudiantes y el personal, informó el Daily Breeze.
“Su hijo estará seguro en la escuela, esa es mi mayor preocupación”, escribió Rivera.
Una de las integrantes de la junta del distrito escolar unificado de Los Ángeles, Tanya Ortiz Franklin, y la superintendente interina, Megan K. Reilly, emitieron un comunicado en conjunto.
“Seguimos orando por los familiares de las víctimas y por toda la comunidad educativa de la escuela elemental Wilmington Park Elementary School y Wilmington Middle School STEAM Magnet. Nuestros corazones están con todos los afectados por esta tragedia que impactó a nuestra familia unificada de Los Ángeles”, expresaron.
