Las festividades del 4 de julio dejaron un saldo trágico cuando al menos cinco personas resultaron heridas y unas 50 más terminaron damnificadas, luego de un destructivo incendio residencial.
Fue una tragedia que dicen los vecinos se pudo haber evitado. Muchos residentes perdieron todo y aseguran que ahora tendrán que empezar de cero.
Rápidamente se propagó el fuego que la noche del sábado dañó dos edificios en Northridge y que ha dejado a más de 50 personas en la calle.
“No tenemos donde irnos, y ahorita estamos ahí con una familia que nos dio un pedacito ahí de lugar. Pero como somos seis es algo difícil, y con tres animalitos también”, dijo Evaristo Cervantes, un residente afectado.
Según los afectadas, la quema de pólvora ilegal por la celebración del 4 de julio a un lado de la estructura provocó esta tragedia que dejó a tres personas en condición crítica por inhalación de humo.
Ana Gómez vivió en carne propia la angustia al ver cómo las llamas primero se acercaban a su apartamento y después cómo la mayoría de sus pertenencias quedaban dañadas.
“Salimos con lo que pudimos. Y mucha gente quedó prácticamente sin nada. En la sala, pues lo que teníamos ahí se destruyó todo”, dijo Gómez.
Local
La Cruz Roja de inmediato se movilizó para ayudar a los afectados.
En otros tiempos los afectados hubieran sido alojados en algún lugar junto a más gente, pero para evitar riesgos de contagio de coronavirus, “Esas personas lo que recibieron inmediatamente fue una ayuda financiera lo cual permite a ellos tomar la decisión, ya sea de ir a dormir en un hotel, de comprar comida, de comprar medicinas”, dijo Ricardo Alterno, vocero de la Cruz Roja. “Utilizar ese dinero en lo que ellos consideren a primera emergencia, lo que ellos necesitan inicialmente para pasar las primeras noches.”
Algunos de los damnificados dijeron que estas cosas muchos de ellos sólo las habían visto por la televisión.
“Y piensa que tal vez a uno no le va pasar”, dijo Gómez.
El incendio está bajo investigación y los responsables pueden enfrentar varios cargos ya que los fuegos artificiales son ilegales.
“Ojalá... que la policía ponga mano dura porque en realidad cada año dicen lo mismo, que va a ver multas y pues desgraciadamente no hace nada”, dijo Josefina Hasso, afectada por la destrucción.
